Anexo:Gobernadores del Milanesado

Tras la muerte sin herederos de Francisco II Sforza en 1535, el emperador Carlos V y el rey Francisco I de Francia se enfrentaron en la guerra italiana de 1536-1538 por el control del Milanesado, Estado feudatario del Sacro Imperio Romano Germánico, hasta entonces en poder de las familias Visconti y Sforza.

En 1538, con Milán ocupado por las fuerzas imperiales, ambos contendientes firmaron la tregua de Niza.

A diferencia de otros territorios de la Monarquía Hispánica, el Estado de Milán, al igual que los Países Bajos, estuvo administrado por un gobernador que a su vez era capitán general; el cargo tenía las mismas atribuciones que las de virrey, pero su titulación no fue ésta, dado que históricamente Milán y los Países Bajos nunca fueron reinos, como Sicilia, Nápoles o Cerdeña, sino ducados.

Bajo su dependencia se colocaba un vasto aparato, llamado Cancillería Secreta, y estaba flanqueado por un cuerpo colegiado consultivo, el consejo secreto.

No tenía el mando de las fuerzas armadas, que pertenecían al Castellano, aunque a menudo los dos cargos se unían en una misma persona.

El Milanesado, en color claro.