Batalla de Farsalia

La batalla suele ser considerada decisiva para el fin de la República y el inicio del Imperio romano.

Este movimiento sorprendió a Bíbulo y la primera ola de los buques gestionados pudo romper el bloqueo con facilidad.

Aunque Bíbulo logró evitar que los otros buques cruzaran el Adriático, murió poco después, presumiblemente de agotamiento.

[17]​ César estaba en una posición extrema, con una cabeza de playa en Epiro, con solo la mitad de su ejército, unos 30 000 hombres,[18]​ sin capacidad para abastecer a sus tropas por mar, y el apoyo local limitado porque las ciudades griegas eran en su mayoría leales a Pompeyo.

[20]​ César comenzó a desesperarse y utilizar todos los canales que se le ocurrieron para buscar la paz con Pompeyo.

Finalmente Marco Antonio logró romper el bloqueo y llegar a Grecia con 20 000 hombres de refuerzo.

[6]​[24]​ En sus Comentarios sobre la guerra civil, César atribuye a Pompeyo 110 cohortes[25]​ (algunas formados por soldados hispanos llevados por Afranio y que combatían como infantería pesada) aunque dejó como guarnición del campamento a 22 durante la batalla,[25]​ unos 47 000 hombres al mando de Publio Cornelio Léntulo Espínter (ala derecha), Metelo Escipión (centro), Lucio Domicio Enobarbo (ala izquierda) y Tito Labieno (caballería).

[25]​ El propio César contaría con 80 cohortes,[25]​ muy mermadas a causa de los múltiples combates en que habían participado, pero también muy experimentadas, y que totalizarían 22 000 hombres, magníficamente dirigidas por Marco Antonio (ala izquierda), Cneo Domicio Calvino (centro) y Publio Cornelio Sila (ala derecha).

Para ello, César decide reforzar su caballería con infantería, dispone seis de sus más experimentadas cohortes formando una línea oblicua en el flanco, justo detrás de su línea principal, y mantiene además otras en reserva.

La caballería pompeyana se lanza al ataque, según lo previsto, pero ante su acometida la cesariana se retira, en una fingida huida que no tiene más objetivo que atraer a la entusiasmada caballería enemiga hacia las cohortes bien pertrechadas para combatirlas.

En este momento, los legionarios de ambos bandos ya han entrado en contacto, y César ordena a su reserva que refuerce el centro del ejército.

Entre estos se encontraba Cayo Crastino, a quien César rindió especiales honores funerarios.

[33]​[34]​ Pompeyo huyó de Farsalia a Egipto, donde fue asesinado por orden del faraón Ptolomeo XIII.

Curiosamente, Ptolomeo XIII envió la cabeza de Pompeyo a César, en un esfuerzo para ganar su favor, pero en su lugar se aseguró un enemigo furioso.

Despliegue inicial.
Ataque de la caballería pompeyana.
Contraataque de las cohortes cesarianas.
Huida de la caballería pompeyana y ataque por el flanco al cuerpo principal.