Guerra de la Independencia Argentina

[25]​[26]​ Si bien la tropa era numerosa, no tenía otra experiencia que las Invasiones Inglesas, y desde entonces habían sido adiestrados por oficiales tan inexpertos como los soldados.

[51]​ El 18 de septiembre fueron remitidos 111 milicianos sanjuaninos para la Expedición Auxiliar, y posteriormente otros 100 hombres,[52]​ que se dirigieron a Buenos Aires.

[100]​ La noche del 15 de julio la escuadra española se presentó frente a Buenos Aires y bombardeó la ciudad desde balizas interiores sin aviso previo.

Las fuerzas con que contaba Castelli en Huaqui eran de entre 6000 y 7000 hombres, pues la mayoría del ejército se hallaba distribuido en el Alto Perú.

[100]​ Artigas no tuvo otra opción que retirar también hacia el norte sus tropas, unos 3000 hombres, seguido de numerosa población civil.

El virrey del Perú, que no había sido consultado y llegó inicialmente a considerarlo apócrifo, temiendo la llegada de las tropas retiradas del frente oriental ordenó con el acuerdo de Goyeneche conservar sus posiciones ante la "cruel situación á que quedaron espuestas las provincias y las armas" realistas.

[126]​ Cumpliendo lo pactado, Rondeau evacuó la Banda Oriental en diciembre de ese año y regresó a Buenos Aires, mientras que otras fuerzas cruzaron el río Uruguay, acampando en la Mesopotamia.

[101]​ Pocos días después, el comandante de las Misiones ocupadas por Portugal, Francisco das Chagas Santos, intentó atacar La Cruz, defendida por fuerzas correntinas, pero se retiró cuando Galván le comunicó que habían cesado las hostilidades.

Como igualmente el jefe oriental conservó unos 1500 soldados y la mayor parte de la población, lo declaró traidor, aunque no obtuvo apoyo del gobierno.

Simultáneamente, las tropas de Artigas y la población que lo habían seguido iniciaron su regreso a la Banda Oriental, aunque no participaron en las operaciones.

[132]​ Este envió al teniente coronel Manuel Dorrego a atacar una partida realista situada en el pueblo de Sansana, donde logró un pequeño éxito.

No llevó adelante acción militar alguna en el Norte, y pretendió reemplazar a San Martín como gobernador de Cuyo, aunque fracasó en su intento.

[163]​ El litoral fluvial rioplatense permanecería durante muchos años como un sumidero de recursos militares, que no estarían disponibles para las campañas en otros frentes.

Encargó la defensa del Norte a una división irregular de gauchos comandada por Manuel Dorrego, que fue suficiente para retrasar el avance realista.

En Buenos Aires, la revolución dirigida por Álvarez Thomas acababa de derrocar a Alvear, y el general Rondeau fue nombrado Director Supremo.

Mientras Pezuela maniobraba para lograr una posición ventajosa sobre su enemigo, Martín Rodríguez intentó una sorpresa sobre los realistas, siendo completamente derrotado en la Batalla de Venta y Media.

No obstante, esas expediciones nunca tuvieron fuerza suficiente como para imponerse decisivamente a los independentistas del Río de la Plata.

[193]​ Tras perder la Halcón en un naufragio, Brown regresó al océano Atlántico, donde esquivó una escuadra portuguesa que se dirigía a Montevideo y continuó viaje hacia el norte.

[195]​ San Martín encargó al fraile Luis Beltrán –que contaba con 700 hombres a sus órdenes– la fabricación de pólvora, armamentos, municiones y uniformes.

[176]​ Pueyrredón envió al nuevo ejército toda la ayuda que pudo, incluyendo refuerzos militares, dinero, alimentos, armas, uniformes y municiones en gran cantidad.

[35]​[217]​ Aunque se sabía impotente para intentar una nueva campaña al Alto Perú, Belgrano decidió ayudar a las fuerzas de Güemes.

Obligó al coronel Arias a evacuar Humahuaca, pero fracasó en varios enfrentamientos menores y no pudo pasar de Tilcara.

Continuamente informado sobre los movimientos de San Martín, cuando se produjo su desembarco en la costa peruana, Güemes decidió avanzar hacia el Alto Perú.

A pesar de que el territorio recorrido no quedaba asegurado, la campaña debilitó militarmente al virrey Pezuela y lo desprestigió políticamente.

Allí lo esperaba para atacarlo la división de Arenales, pero no logró averiguar qué paso utilizarían los realistas para cruzar la Cordillera, fracasando en su cometido.

Desde allí avanzaron hacia la Sierra, buscando entrar en el Alto Perú, pero fueron derrotados en las batallas de Torata y Moquegua por Jerónimo Valdés.

[167]​ Varias otras divisiones se pasaron también a los españoles, y el general Juan Antonio Monet trasladó los prisioneros del Callao hasta Puno.

[285]​ El coronel José María Pérez de Urdininea, que había combatido en las Republiquetas y en la Guerra Gaucha, se radicó hacia 1820 en San Juan, donde fue elegido gobernador en 1822.

A medida que Olañeta abandonaba Oruro, Chuquisaca y Cochabamba, estas ciudades se iban entregando al ejército de Sucre.

[287]​ Conocida en Buenos Aires la noticia de Ayacucho, el ministro Manuel José García encargó al gobernador Arenales ajustar convenciones con los jefes realistas del Alto Perú, como así también avanzar con sus tropas hacia esa región.

El coronel Balcarce capturó a Liniers y más tarde comandó el Ejército del Norte .
Operaciones militares en territorio paraguayo y misionero (diciembre de 1810-marzo de 1811)
La mañana de Asencio , óleo de Carlos María Herrera .
Primera expedición a la Banda Oriental.
José Manuel de Goyeneche , comandante del ejército realista del Alto Perú.
Antiguo plano de la Batalla de Huaqui .
Combate de San Lorenzo , del 3 de febrero de 1813.
Antiguo plano de la Batalla de Vilcapugio .
Antiguo plano de la Batalla de Ayohuma .
Guillermo Brown , vencedor de los realistas de Montevideo.
El general José de la Serna dirigió dos invasiones a Salta y más tarde fue virrey del Perú .
Años más tarde, Gregorio Aráoz de Lamadrid llegó al grado de general.
Thomas Cochrane , comandante de la Escuadra Chilena.
Una visión idealizada de San Martín y Bolívar en la Entrevista de Guayaquil .