Guerra entre Artigas y el Directorio

Este hecho permitió iniciar la identificación de la Banda Oriental como un territorio unificado, ya que hasta entonces estaba dividido en tres administraciones diferentes.Esto último se debía a los antiguos conflictos políticos y comerciales de Montevideo con la capital del virreinato.Iba solo, pero a la mañana siguiente sus hombres –más de mil en total– decidieron seguirlo y dejaron desguarnecida el ala derecha del sitio.Llegó a Gualeguay, donde recibió la noticia de que el caudillo Hereñú había ocupado la Bajada del Paraná.La provincia de Misiones estaba gobernada por el general unitario Bernardo Pérez Planes, que tenía constantes problemas con las autoridades paraguayas.En respuesta a estos dos hechos, Posadas declaró creadas las provincias de Entre Ríos y Corrientes, que ya existían en la práctica, pero ahora eran fundadas bajo un sistema unitario.Pidió ayuda a Viamonte, pero este estaba prácticamente cercado por los federales –entre los que figuraba Francisco Ramírez– y no pudo aportarle nada.Basualdo ocupó Concepción del Uruguay, de modo que Dorrego y Viamonte huyeron a Buenos Aires.Viana envió al coronel Ignacio Álvarez Thomas como vanguardia a ocupar San Nicolás de los Arroyos y Rosario.Al llegar, éstos se encontraron con evasivas del gobierno; semanas más tarde presentaron una protesta formal por la falta de avances en las negociaciones.Unos días más tarde era arrestado también Mariano Vera, enviado por el gobernador Candioti a Buenos Aires para pedir armas con las cuales enfrentar la amenaza de los indios.Dos días después se produjo la muerte de Candioti, y las tropas ocupantes designaron como gobernador unitario Juan Francisco Tarragona.Allí pedirían al rey Juan de Portugal, que residía en esa ciudad, la invasión a la Banda Oriental.A principios del año 1817 la invasión se generalizó con más de 10 000 soldados bien equipados y armados.A mediados de ese mismo año, el general portugués Lecor hizo su entrada triunfal en Montevideo.Las fuerzas de Artigas siguieron resistiendo, cada vez más debilitadas, pero la popularidad del caudillo hacía que siempre pudiera rehacerse.El gobierno federal cordobés se enfrentaba a la resistencia del Directorio con pocas posibilidades de éxito.No podía contar con ninguna ayuda eficaz de los federales del litoral, tenía relaciones cada vez peores con el gobierno central, enfrentaba una oposición radical en su mismo territorio, y había perdido a La Rioja, que se había sometido al Directorio.El nuevo gobernador, José Silva, armó dos barcos con pequeños cañones y los colocó en defensa de los puertos de Corrientes y Goya; poco después interrumpió el tráfico naval con Buenos Aires, lo que fue respondido con breves ataques navales porteños.Cuando se retiró, reapareció Miguel Escobar que logró ocupar la capital, pero unas semanas más tarde sus fuerzas fueron masacradas.La campiña de la Banda Oriental estaba poblada por numerosos clanes de charrúas, minuanes y guaraníes que habían abandonado las reducciones, adoptado el uso del caballo y se nutrían del abundante ganado cimarrón que ahí vivía.Pero logró reunir una segunda flota, con la que atacó el 26 de diciembre al comandante naval porteño Ángel Hubac, frente a Colastiné.Rápidamente López volvió contra el ejército de Balcarce, que ya había ocupado Rosario y avanzaba hacia Santa Fe con unos 3.700 hombres.Unos días más tarde comenzó la retirada, destruyendo todo a su paso y arreando el ganado que encontraban.La batalla quedó en un empate, aunque en comparación con la anterior fue mucho menos útil para López, que además perdió 150 hombres; por eso suele ser considerada una victoria de Bustos.Durante los primeros meses de 1819 hubo paz entre los federales y el Directorio; solamente se conservaban relativamente activas algunas montoneras en Córdoba.Aunque aparentemente procuró en los primeros momentos aproximar posiciones con Artigas, a quien envió una carta llamándole “tocayo” y recordando con lenguaje afectuoso viejas luchas llevadas en común, muy pronto se hizo evidente que el nuevo director no solo no cambiaría la política hostil ante el federalismo sino que, si cabe, estaba dispuesto a reforzarla.El Director ordenó a San Martín regresar con su ejército desde Chile hasta Córdoba para atacar Santa Fe, pero este desobedeció abiertamente, continuando con la preparación de la expedición al Perú.Algunos de los federales comenzaron a tirotearlos, pero Ramírez ordenó suspender el ataque, ya que necesitaba esos infantes vivos para luchar contra los portugueses.[30]​ Poco después entraron a la ciudad los jefes federales, que se portaron respetuosamente y fueron bien tratados por los nuevos gobernantes.