Feliciano Antonio Chiclana

Volvió a Buenos Aires y en 1791 pasó a ser secretario del alcalde de primer voto del Cabildo de Buenos Aires.

Este oficio fue considerado por los historiadores Ricardo Levene y Enrique M. Barba como "página admirable", un escrito anunciador de la Revolución [...], "alegato más brillante y conceptuoso que se conoce en el Río de la Plata".

En esa época, Saavedra trabajaba como escribiente en el bufete de Chiclana.

Durante las Invasiones inglesas luchó como capitán del Regimiento de Patricios.

El 1 de enero de 1809 cuando se produjo el movimiento para derrocar a Liniers, acompañó a Cornelio Saavedra en su entrada en el Fuerte para impedir la dimisión; Liniers acababa de firmar su renuncia y la sostenía en sus manos, ocasión que aprovechó Chiclana para arrebatársela y romperla en pedazos.

Entre 1814 y 1816 estuvo a cargo de la provisión de víveres del Ejército Auxiliar del Perú; y en ese último año regresó a Buenos Aires.