Se le clasifica como río aluvial, porque transporta en su caudal sedimentos, tanto por arrastre como suspendidos en el agua, que transforman constantemente su propia morfología, generando bancos e islas.
[5] En su desembocadura, el Paraná conforma un delta en constante crecimiento, producto de los sedimentos que aportan, principalmente, los ríos Paraguay y Bermejo.
[8] Otro significado puede ser «emparentado con el mar», observación geográfica realizada por los aborígenes al haberlo navegado en toda su extensión.
Desde ese punto, en la confluencia con el río Iguazú, pasa a ser límite entre Paraguay y la Argentina.
[9] El Paraná posee un largo de 2570 kilómetros; y, si se le suman los 1370 km del río Paranaíba, la longitud total asciende a 3940 km, ubicándose así como el 14.º río más extenso del mundo.
El tramo brasileño es el más modificado por la acción humana: la vegetación subtropical circundante ha sido completamente reemplazada por campos dedicados a la agricultura y la cría de ganado y sus planicies de inundación fueron sumergidas bajo los embalses, lo que alteró totalmente los regímenes fluviales del río.
Comprende unos 722 km desde la confluencia con el río Paraguay por el norte hasta la ciudad de Diamante en el sur, donde comienza el predelta.
El valle de inundación está limitado por barrancas en la margen izquierda, mientras que en la margen derecha sus costas son bajas y anegadizas con numerosos riachos y lagunas que se inundan en época de crecientes.
El curso inferior se extiende desde la ciudad de Diamante hasta la confluencia con el río Uruguay.
Frente a las islas Lechiguanas, que son las de mayor extensión, desemboca el río Gualeguay.
El curso superior presenta una creciente anual durante el verano, mientras que los cursos medio e inferior ven modificado su régimen por los aportes del río Paraguay, lo que provoca una segunda creciente durante el invierno.
El Paraná y la cuenca del Plata ocupan el área más poblada e industrializada de Suramérica, y el río vincula, a su vez, las dos mayores áreas económicas del subcontinente: el Estado de São Paulo, en el norte y el eje fluvial industrial Santa Fe-La Plata en el sur, lo que da al río una gran importancia estratégica tanto a nivel político como económico y lo convierte en la principal vía de integración del Mercosur.
En el curso del Paraná Medio y solo en la Argentina, estaban proyectadas las represas de llanura de «Chapetón» (km 635) y «Patí» o «Machuca Cué» (km 915), aunque su realización es poco probable debido al enorme impacto ecológico que ocasionarían.
Constituye una importante vía fluvial que proporciona una salida al océano a ciudades interiores de Argentina y Paraguay.
La navegación, impedida por la presa, continúa más al norte, sobre la red brasileña de la Hidrovía Paraná-Tietê.
En ella se encuentran varias de las ciudades más pobladas del subcontinente, como São Paulo, Buenos Aires, Curitiba, Campinas y Rosario.