El mismo fue acogido por la empresa estatal Agua y Energía Eléctrica creando la «Gerencia Paraná Medio».
[2] La obra fue resistida por entidades ambientalistas, y la ciudadanía en general, que mediante un recurso de amparo lograron un fallo judicial favorable para paralizar el proyecto.
En este nuevo enfoque de la obra, se llevaría el emplazamiento más al norte que la iniciativa original.
La más septentrional, el cierre norte, se la pensaba denominar «Patí», y se hubiera situado con cabecera próxima a la localidad santafesina de Reconquista —en el departamento General Obligado— por su margen derecha, y por su margen izquierda con cabecera próxima a la localidad correntina de Goya en el departamento homónimo.
Otras opiniones sostienen que el megaproyecto podía llevarse adelante atenuando el impacto ambiental, respecto a los peces y al ecosistema en general.
Entre dilaciones, negociaciones, derivaciones burocráticas y cuestionamientos ecológicos, el proyecto fue dejado de lado.