Combate de Cotagaita

Por este punto transitaba el camino más importante entre el Perú y el Río de la Plata, cerrando el acceso a Potosí.[Ver mapa "Movimientos tácticos: cerros A, B, C y D].Algunos autores, Eduardo Trigo O'Connor d'Arlach (2009)[15]​ y en las Jornadas de Estudios sobre Güemes (1972)[16]​, copiaron la enumeración del historiador boliviano Luis Paz:Al día siguiente, González Balcarce inició su marcha hacia Cotagaita.Su plan de aproximación consistió en dividir sus fuerzas en dos columnas que avanzarían por caminos diferentes.El jefe porteño aseguró que no venía a conquistar, derramar sangre de “connacionales y compatriotas” ni tampoco mandarlos.A tal fin, los diputados que representarían a los pueblos del Alto Perú, reunidos en un congreso general, fijarían un gobierno provisorio hasta que la península dejara de estar ocupada.Como para convocar a un congreso no era necesario un ejército pues bastaba con enviar un chasqui,[18]​ González Balcarce recurrió al anatema que utilizó la Junta para legitimar su poder,[19]​ los llamados “mandones”, o sea funcionarios reales acusados de ser responsables de todos los males del Virreinato y que ahora impedían que los pueblos manifestaran sus sentimientos a favor de la Junta.Finalmente ofreció la “unión y fraternidad” si se agregaban a la “justa causa” caso contrario sus batallones avanzarían con todo.Véase: Respuesta de José de Córdoba y Rojas a Antonio González Balcarce Ni bien volvió el parlamentario, González Balcarce ordenó el avance de hombres y artillería hacia la posición enemiga Aproximadamente a las 10:30 horas, su artillería rompió el fuego a tiro largo.Más tarde observó lo mismo cuando los pelotones o piquetes enemigos se desplegaron en su frente.Véase: Oficios a Vicente Nieto sobre el combate de Cotagaita Por el contrario, González Balcarce envió a Castelli su primer y escueto informe dos días después explicando solo las causas de la retirada y dejando en boca del mensajero, el capitán Santiago Carrera, la narración de lo ocurrido frente a Cotagaita.Ejemplificó la intrepidez y valor de los soldados diciendo que tomaron agua en el río pese a estar al alcance del fuego enemigo.En sus partes no figuraron las unidades que intervinieron, su disposición en el terreno ni el plan de operaciones.Tampoco se refirió a la corta salida del enemigo que ocupó el monte donde estaba el molino.“Esta es la verdad […] y cualquier otro informe distinto que haya llegado a vuestra excelencia ha sido producido con pasión”.Solo “algunos piquetes” de infantería, dijo González Balcarce, pudieron hacer fuego, pero sin eficacia alguna ya que los adversarios solo mostraban “la punta” de sus fusiles detrás del parapeto.González Balcarce puso especial énfasis en explicar las causas por las que decidió retirarse “con el mejor orden” de Cotagaita.“A nadie se le ocultaba cuan crítica y apurada era la situación”.[21]​ Córdoba y Rojas escribió que las fuerzas de González Balcarce estaban huyendo en completa dispersión pero reconoció que la victoria fue incompleta porque no pudo ordenar una persecución inmediata debido a que su caballería estaba desmontada y durante la noche anterior los arrieros se habían llevado 600 mulas.Solo dos días después envió hacia Tupiza, en persecución paralela, por el camino más corto y seguro de Almona, dos destacamentos con 150 soldados cada uno.Estos destacamentos, en principio, debían entrar en Tupiza solo si estaba desocupada, molestar a las fuerzas de González Balcarce en su retirada y proteger a los que desertaban del ejército enemigo descontentos por la carencia de alimentos y pagos del prest.González Balcarce en el oficio del 1 de noviembre solo admite que En la del 27 hemos tenido tres muertos y seis heridos, entre los cuales estaba El atolondrado y covarde comte.[22]​ Hoy se lo conoce como maniobra de diversión o demostración cuyo objetivo es engañar al enemigo sobre la dirección del ataque principal y se lo pone en práctica con un "reconocimiento en fuerza".En ese sentido, el retroceso táctico que había hecho Córdoba y Rojas a Cotagaita mejoró notablemente sus posibilidades defensivas.Las características topográficas del lugar y el parapeto defensivo sobre el borde del río le sirvieron para aumentar la baja moral de sus soldados e impedir el permanente peligro de las deserciones masivas.Adicionalmente, en el caso de la artillería, al no usarse en baterías sino desperdigadas entre los regimientos, solo servían como efecto psicológico por el ruido y el humo que producían.De los 600 tarijeños que se sumaron a la vanguardia, González Balcarce, al no disponer de armas ni recursos, tuvo que despachar a 300 y quedarse solo con sus caballos.Incluso detuvo e hizo volver a refuerzos que avanzaban hacia Tupiza.
Bandera militar de armada y fortificaciones españolas de 1785. En esas fechas ondeaba también en el fuerte de Buenos Aires donde tenía su sede el gobierno sin ser una bandera nacional. La bandera nacional de Manuel Belgrano se comenzaría a usar en 1812. Las Cortes de Cádiz tomarían la bandera rojigualda del diputado Diego Muñoz-Torrero
Localidades del teatro de operaciones.
Movimientos tácticos. Color rojo: fuerzas de Córdoba y Rojas; color azul: fuerzas de González Balcarce.