[1] Militarmente, el reconocimiento es la búsqueda activa que se efectúa para determinar las intenciones del enemigo mediante la recopilación y recogida de información sobre la composición y capacidad del enemigo, junto con las pertinentes condiciones ambientales, vía la observación directa; de ordinario es realizada por exploradores o soldados de la inteligencia militar especialmente entrenados en observaciones críticas.
El reconocimiento también puede efectuarse mediante satélites o aviones no tripulados.
El espionaje normalmente no es reconocimiento, porque el reconocimiento se realiza con una fuerza militar que opera adelantada a sus propias fuerzas; los espías son no combatientes que operan detrás de las líneas enemigas.
La superioridad en el rango en la jerarquía militar está directamente relacionada con la distancia que existe con el frente de combate.
Las unidades de reconocimiento israelíes, como el Sayeret Matkal, están asociadas a menudo más con acciones directas que con acciones de reconocimiento, pero obviamente tienen esta capacidad.
Las unidades de reconocimiento especial pueden alcanzar el área de operaciones mediante numerosos medios, tales como paracaidismo, infiltración a pie o mediante vehículos tácticos, helicópteros y acceso por el agua tanto en superficie como subacuático.
El reconocimiento especial es una misión estratégica, que responde al mando regional o nacional.
En ambos casos, la unidad que realiza el reconocimiento intenta operar lo máximo posible de forma clandestina, en territorio enemigo, o cuando se pueden usar sensores de largo alcance, fuera del territorio enemigo.
Estas unidades proveen normalmente el reconocimiento del área entre el borde más extremo del área de batalla y la zona más a retaguardia cubierta por el reconocimiento de largo alcance en la zona estratégica terrestre.
El reconocimiento de corto alcance cubre el terreno que se encuentra entre las posiciones avanzadas a la zona en la que comienzan las unidades de reconocimiento medio.
Pueden usar medios no ortodoxos para entrar en territorio enemigo, como nadar desde un submarino o técnicas especiales de paracaidismo (como la técnica HALO/HAHO, saltos a muy alta altitud y a muy baja altitud, respectivamente).
Las unidades especializadas en la exploración pueden operar entre 25 y 50 km más allá del frente de batalla.