Se radicó joven en el Virreinato del Río de la Plata, tal vez como comerciante.
Tenía mucho cuidado en apoyar a sus soldados, pero se ganó el odio de los otros jefes porque no compartía sus recursos con el resto del ejército.
[3] Ello le valió varios altercados con el coronel Manuel Dorrego, y fue en parte responsable de que éste no estuviera presente en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, donde el propio Belgrano llegó a pensar que hubiera podido evitar las derrotas.
Cuando José Rondeau quedó al mando del Ejército, el director supremo Gervasio Antonio de Posadas nombró comandante de Patricios al coronel Ventura Vázquez, partidario del general Alvear.
Y los oficiales más decididos, entre ellos Forest, firmaron un acta que desconocía a Alvear como comandante.
Se exilió unos meses en Montevideo y regresó en 1821 a Buenos Aires.