Batalla de Cañada de la Cruz

No solo seguían en el poder la mayor parte de los personajes que habían causado la guerra contra los federales, sino que no se cumplía con la prometida entrega de armamento a las provincias vencedoras y tampoco tenía ningún apuro en enviar sus representantes al Congreso que debía reunirse en San Lorenzo.

Al cruzar la cañada con sus dragones y milicianos «se le vino encima Alvear con sus proscritos, haciendo frente por dos veces a la terrible e impetuosa carga de Soler, que le obligó a replegarse, deshecho sobre su reserva».

Alvear advirtió a su pariente Domingo French: «esta es la segunda vez que libro tu vida y dos veces has atentado contra la mía.

Pagola retrocedió furioso hasta la ciudad, tomó el Fuerte y organizó la resistencia; de todos modos, la legislatura eligió gobernador a Dorrego, que unos días más tarde logró que Pagola le entregara sus hombres y el Fuerte.

Tras poner sitio a la ciudad, López tuvo que retroceder hacia su provincia.

Es decir, que con estas batallas terminó el largo proceso de autonomía provincial, finalmente no lograda contra Buenos Aires, sino aliada a ella.