Este se propuso llegar a un acuerdo con López y Ramírez, firmando el tratado en la localidad bonaerense de Pilar.
Consideraban más correcto estratégicamente reorganizar sus provincias y abandonar de momento la guerra contra los lusobrasileños que les imponía la estrecha alianza con Artigas.
Para frenar la invasión lusobrasileña lo único que parecía viable a López y Ramírez era aceptar una alianza con los unitarios, aunque éstos fueran enemigos declarados de Artigas.
El chileno José Miguel Carrera se desentendió de la guerra del litoral y movilizó su ejército hacia Chile.
Desplegó una compleja campaña de muchos éxitos, grandes desplazamientos y no pocos sufrimientos.