Francisco Ramírez

Poco después perdió la vida en un encuentro con las fuerzas de quien anteriormente había sido su aliado, Estanislao López.

Adquirió cierta notoriedad luchando junto al caudillo federal José Artigas contra las fuerzas realistas en la Banda Oriental.

Estando las fuerzas orientales concentradas en la defensa contra los portugueses del Brasil, Ramírez debió hacer frente al ejército directorial que invadió su provincia en 1818.

Ese mismo año, Ramírez avanzó sobre la provincia de Corrientes, deponiendo al gobernador enviado por el Directorio.

Otros, en cambio, argumentan que de no haber invadido Perú cuando lo hizo el virrey Pezuela hubiera tenido más tiempo para preparar su defensa.

Uno era el general chileno José Miguel Carrera, quien recientemente se había dedicado, por medio de una imprenta, a producir propaganda anti-unitaria y pro-federalista.

Rondeau dejó el Directorio en manos de Juan Pedro Aguirre y marchó contra las fuerzas del protectorado artiguista.

Rondeau fue arrastrado en la huida, y la batalla hubiera acabado en desastre para los porteños de no ser por la ordenada retirada que realizó Balcarce.

Victoriosos, los federales avanzaron sobre Buenos Aires, donde expusieron pacíficamente sus exigencias al cabildo de la ciudad: tenían diez días para reemplazar el gobierno directorial por autoridades provinciales.

La debilidad del gobierno porteño se hizo pronto evidente en los intentos de restaurar a Balcarce.

Efectuó la división del territorio en departamentos, cuyos gobernadores en lo civil y militar serían elegidos por la población de su jurisdicción.

Prohibió además la matanza de ganado cimarrón, promoviendo la cría en estancias y la agricultura.

Como este se negara, decidió invadir ese país y reintegrarlo a la organización de las Provincias Unidas.

Esperaba reclutar unos treinta mil paraguayos y usarlos para expulsar a los portugueses de la Banda Oriental.

También solicitó ayuda a Buenos Aires según lo firmado en el Pilar, esperando recibir 2.000 reclutas.

[9]​ En total, ya tenía más de 3.000 hombres y una escuadra regular para tal empresa,[10]​[11]​ según José Luis Busaniche «habría destruido a Francia, indudablemente, y el Paraguay sería hoy una provincia de la República Argentina».

[10]​ Pero, sin dejar siquiera iniciada la tarea, se marchó hacia Entre Ríos en enero de 1821.

[13]​ Le exigió el envío del armamento y tropas que se habían acordado a Entre Ríos.

Mientras tanto, Mansilla estaba a cargo de llevar la infantería por barco hasta Santa Fe.

Pese a que Martín Rodríguez había indicado a Lamadrid que se reuniera con López antes de emprender acciones, este intentó aprovechar la posición, y buscó sorprenderlo cerca del río Carcarañá.

Sin embargo, la victoria le costó casi la mitad de su tropa y la situación se hacía desesperante.

Dos días más tarde, debió enfrentarse con las tropas de López que le cortaba el paso hacia Córdoba, donde pensaba replegarse, buscando rodear a sus oponentes y cruzar el Paraná cerca de Corrientes.

Sin embargo, no pudieron acordar un plan de acción: Carrera pretendía cruzar hacia Chile, mientras que Ramírez juzgaba más provechoso dirigirse a Corrientes.

Carrera lograría acercarse a la cordillera, pero sería vencido y arrestado por orden del gobernador mendocino Tomás Godoy Cruz, que lo hizo fusilar.

La Delfina estuvo junto a Ramírez desde entonces, en especial en el frente; hábil como amazona y en el uso de las armas, vestía uniforme militar (generalmente una chaquetilla roja y sombrero tipo chambergo con una pluma) con charreteras de coronel.