Ángel Hubac

Tenía a sus órdenes una pequeña balandra, la Americana, con la que sirvió en misiones de espionaje sobre las ciudades de Colonia y Montevideo, y operaba en corso otra con Hipólito Bouchard, el "Bote Corsario", posiblemente el primer corsario del gobierno revolucionario.

Tenía el mando de la goleta Nuestra Señora del Carmen, la antigua Dromedario.

En la Gazeta, el Dr. Pedro José Agrelo escribía: Y cerraba con similar ironía: "Es una verdad innegable que el fuego fue incesante y sostenido por cinco horas consecutivas contra estos pacíficos animales".

No se sabe con precisión a qué se dedicó los dos años siguientes, o al menos hasta la victoria del coronel José de San Martín en el combate de San Lorenzo, que significó el fin de la ofensiva de la flota realista montevideana sobre el río Paraná.

En la nueva escuadra puesta en operaciones en febrero de 1814 al mando del coronel Guillermo Brown, Hubac quedó como segundo al mando en la sumaca Santísima Trinidad, comandada por Tomás Nother.

El fuego español se concentró en la Santísima Trinidad provocando una docena de bajas, incluido su comandante, haciéndose cargo Hubac del mando.

En septiembre de 1818 comandó la flota porteña en la guerra contra Santa Fe.

Pocos días después de la batalla de Cepeda, fue atacado — en un intento de tomarlo por sorpresa, con barcazas, ya que Campbell quería capturar la flota unitaria — por el jefe federal Campbell, y su barco fue abordado en las bocas del río Colastiné.