Dos sucesivos: Juan Nepomuceno Ramírez de Orozco y Gallardo[1] (Badajoz; 1764- Madrid, Imperio español; 1852),[2] militar y político español de larga actuación en el Ejército realista, durante la guerra de independencia hispanoamericana en el Alto Perú, y que llegó a ser comandante del Ejército español en esa región.
[1] Llegó al Perú muy joven, en 1784,[3] se afincó en el país y entró a servir en la milicia colonial.
Poco después fue nombrado comandante de Tupiza, y luego prestó servicios sobre el río Desaguadero.
No habían prácticamente ejércitos españoles en el actual Perú, sino sólo milicias indisciplinadas, que en buen número se unieron a las fuerzas de Pumacahua.
Pocos días después, tras ejecutar a Pumacahua, emprendió una rápida vuelta hacia el sur.
De regreso, venció al cura Muñecas en Paucarcolla, cerca del Desaguadero.
La situación no podía ser más crítica, pero fue salvada por la ineptitud de los jefes independentistas: el coronel Martín Rodríguez, creyendo que la división que tenía Pezuela en Venta y Media – al mando del coronel Pedro Antonio Olañeta – era de solamente doscientos hombres, lanzó sobre ellos un ataque nocturno.
Recién cuando llegó Pezuela, pudieron avanzar hasta ocupar Salta, pero solo para ser derrotados en el Bañado.
En espera de lo que pudiera sobrevenir, y tras sufrir una nueva derrota en Yala, retrocedió hacia Tupiza.
Quedó en el Alto Perú la división de Olañeta, con algunos jefes secundarios como José María Valdez, Francisco Javier Aguilera y Guillermo Marquiegui.
A comienzos de 1822 la división que mandaba fue incorporada en su mayor parte al ejército del general Canterac, acantonado en Jauja, por lo que considerando ya innecesarios sus servicios el aún general en jefe del ejército del Alto Perú solicitó desde Arequipa al virrey La Serna que este lo relevara del cargo, permitiéndole además trasladarse a la península en compañía de su hijo el capitán Juan Macario Ramírez, para atender su quebrantada salud.