Guiado por Landa, Miller atravesó el desierto que mediaba entre el pueblo de Buena Vista y Mirave (15 leguas) en tan solo 18 horas llegando a media noche al punto ocupado por los realistas aunque sin saber que en ese lugar tenían establecido su campamento, una avanzada realista que se encontraba pastando la caballada en un alfalfar descubrió a las tropas independentistas y dio la alarma al coronel de la Hera.
A las 4 de la mañana del día siguiente Miller, ahora si con sus tropas convenientemente formadas, se decidió al ataque.
Cuando el combate había terminado ya, hicieron su aparición en el campo los refuerzos realistas provenientes de Puno los cuales al mando del comandante Bustamante avanzaron sobre la posición ocupada por los independentistas pero viendo que ya la acción estaba terminada y que habían llegado demasiado tarde optaron por retirarse.
[6] El coronel la Hera logró empero reunirse con los refuerzos del batallón Gerona, teniendo a su mando ahora 800 soldados.
En estas circunstancias Miller tuvo conocimiento del armisticio de Punchauca celebrado entre el virrey y el general San Martín por lo que las hostilidades quedaron detenidas.