Campaña de Thomas Cochrane

La campaña tenía la dificultad añadida de que la escuadra española se podía poner bajo el refugio del Callao que contaba con alrededor de 350 cañones de sitio y con una verdadera trinchera flotante, producto del ingenio del brigadier Antonio Vacaro, compuesta por troncos unidos por cadenas que apenas dejaban una angosta entrada e impedían dar un ataque efectivo para acabar con los españoles.

Cochrane tomó su posición desde el buque insignia, escoltando el transporte a estas fuerzas militares que estaban bajo el mando del general José de San Martín.

Durante esta expedición al Perú Cochrane concentró parte de sus esfuerzos en derrotar a los españoles cooperando con el general San Martín, intentando tomar el Callao y destruir la escuadra que estaba apostada en ese puerto.

Siguiendo con estas acciones Cochrane convenció al general San Martín de llevar a cabo una incursión militar a los puertos del sur peruano que estaría comandado por el teniente coronel Guillermo Miller, mientras Cochrane lo apoyaría desde la costa.

[5]​ Thomas Cochrane viendo cumplidas ya sus objetivos y obligaciones regresa a Valparaíso en junio de 1822 donde una entusiasta bienvenida le aguardaba, muchas medallas fueron otorgadas en su honor, así como días feriados.

El único apodo conocido es el que le brindó José de San Martín, llamándole el metálico lord.

Por cierto en la lista no aparecen todos los buques que fueron capturados o destruidos por la escuadra chilena al mando del almirante Thomas Cochrane debido a que no ha quedado una relación exacta de todas las presas de esta campaña.

Captura del buque insignia de la escuadra española, la fragata Esmeralda dentro del fondeadero del Callao.