Mapuche:[1](parcialidades) Mapuche:[1](parcialidades) El término guerra a muerte fue gestado por el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna en su obra homónima (La Guerra a Muerte, Santiago, 1868), aplicándose de forma generalizada para señalar la última fase de la guerra de emancipación chilena, llevada a cabo en la región centro y sur del país entre 1819 y 1832.
Durante la Segunda campaña al sur de Chile y finalizada esta, los mapuches se vieron envueltos en esta guerra, tomando unos el bando de los republicanos chilenos y otros, la gran mayoría, el bando realista, en gran parte por respeto a los tratados firmados con la Corona Española o bien por conveniencias económicas o políticas.
Benavides controló los territorios fronterizos al sur del río Biobío dividido en tres frentes.
[15] Así por ejemplo, milicias llamadas patrullas volantes cometieron toda clase de vejaciones en territorio araucano protegidas por el ejército.
[14] Debido a esto último, la mayoría de las tribus araucanas peleó por el bando del Rey.
[21] Por su parte, el cacique abajino Venancio Coñuepán, que llegó a contar con 2000[22] a 4000 guerreros,[23] permaneció a su vez toda la guerra del lado independentista[24] Igual que su rival, el también abajino Lorenzo Colipí, cuya familia lograba reunir mil lanzas,[25] con quien disputaba los privilegios que les daba el ejército chileno,[26] siendo ambos enemigos irreconciliables de Francisco Mariluán, jefe entre los arribanos.
[21] Colipí también tuvo un inacabable conflicto con Juan Mangin Hueno, por cuanto ambos se disputaban la hegemonía de la Araucanía.
Llegado a Parral el 22, tras perder más de cien hombres entre muertos y desertores,[35] Zapiola fue relevado del mando por Freire, quien logró organizar más de 1600 hombres para detener a Sánchez y hacerlo retroceder hasta el sur del Itata.
El lugar estaba casi despoblado, sin gobierno y todas las propiedades que quedaban eran víctimas del robo de delincuentes.
Benavides controló los territorios fronterizos al sur del río Biobío dividido en tres frentes: los llanos centrales estaban a cargo de Benavides, el cura Juan Antonio Ferrebú comandó el sector costero y los hermanos Pincheira se dedicaron al área cordillerana.
Rápidamente Benavides reunió las tropas realistas dispersas en la región y sublevó la guarnición del fuerte de Santa Juana, donde estableció su cuartel general.
[48] Al poco tiempo el caudillo envió a un mensajero a negociar el intercambio de su esposa, Teresa Ferrer, presa en Concepción por Freire cuando ésta intentaba espiar los movimientos de las tropas republicanas, por 30 prisioneros capturados en Nacimiento y Rere.
[49] Con las nuevas traídas por Picó desde Perú, Benavides volvió a sentirse con la fuerza suficiente como para reiniciar sus guerrillas.
Las fuerzas patriotas quedaban en La Frontera distribuidas así:[51] Conocedor de que su enemigo merodeaba por Los Ángeles, Freire dispuso proteger el pueblo reforzando su guarnición con tropas del coronel O'Carroll, tropas de Yumbel y los refuerzos del norte traídos por el coronel Benjamín Viel.
[52] El 22 de septiembre fueron emboscados a orillas del Laja y O'Carroll fue capturado.
Si Benavides se apoderaba de dicha plaza, todas las tierras al sur del Biobío quedarían bajo su absoluto dominio.
A la tropa sobreviviente se le ofreció cambiarse de bando o morir, lo que fue aceptado por la mayoría.
Tras esto, Benavides controlaba toda La Frontera excepto el litoral, con fuerzas que llegaban a los 1800 soldados regulares, 3000 milicianos y no menos de 2000 jinetes araucanos.
[58] Conocedor de su delicada situación y sabedor de que los refuerzos pedidos a Santiago llegarían demasiado tarde, Freire decidió lanzar un ataque sorpresivo para aliviar el cerco que sufría el puerto.
Sólo cuando las antiguas tropas de Alcázar decidieron cambiar nuevamente al bando patriota, ésta se definió como una decisiva victoria republicana.
[60] El coronel Álvarez Condarco, enviado a Londres, contrató al marino Thomas Cochrane, para dirigir la escuadra chilena en formación.
Los realistas no sabían que la desarmada "Maria Isabel" había sido rearmada y reflotada.
Posterior a aquello, el almirante partió rumbo a Talcahuano donde informaría al general O'Higgins sobre sus planes y solicitaría al jefe de la zona, el general Ramón Freire 250 soldados para emprender la que parecía una descabellada aventura.
Sin embargo, llegaron también refuerzos patriotas al sur y un personaje clave, el coronel Joaquín Prieto.
[63] Mientras los realistas lanzaron ataques contra Los Ángeles, Nacimiento, Santa Bárbara, Purén y Tucapel Nuevo, saqueándolos con 2000 a 2500 hombres,[64][65] una gran tropa dirigida por Picó cruzó el río Laja para atacar Chillán.
[66] Ese año las fuerzas republicanas en el sur aumentaron a 2.000, aunque con poca ayuda de la capital.
Esta oportunidad fue aprovechada por Prieto para atacar con su disciplinada infantería perfectamente formada en línea de combate.
[82] Incluso intentaron tomar a Chillán pero durante la marcha, al ver que esto sería cuando menos muy costoso, su principal aliado, Mariluán, los abandono y fracasaron.
Pero poco después, el gobernador bonaerense, Juan Manuel de Rosas logró una alianza con los vorogas, que abandonaron a los Pincheira.
También los costinos, en cuyo territorio se desarrolló la mayor parte del conflicto,[87] siendo muchos de ellos forzados a huir al interior.