Independencia de Chile

[7]​ Pero la intranquilidad continuó debido a las turbulencias políticas y bélicas en Europa: tanto el Rey (Carlos IV) como su hijo (el futuro Fernando VII) habían abdicado (forzadamente) en favor de Napoleón quien a su vez había instalado a su hermano José Bonaparte, conocido por el apodo de Pepe Botella, como rey de España.

Al mismo tiempo, el ideal independentista cobraba fuerzas impulsado tanto por ideas ilustradas y liberales como por el desarrollo de sectores sociales locales independientes del patronazgo real o de su nacimiento en la península.

En consecuencia, no era evidente cuál era la mejor solución a la situación, ya sea política o legalmente hablando.

[10]​ La Real Audiencia de Santiago continuó dispensando justicia en su nombre y los funcionarios del antiguo régimen (incluyendo los cargos militares) fueron confirmados en sus posiciones.

Siendo así las cosas, es posible que la situación política se hubiera consolidado en ese compromiso, por lo menos hasta el fin de las guerras napoleónicas.

Los exaltados, que predicaban la independencia de Chile, quedaron en minoría pero con una creciente representación en el sector criollo y mestizo.

Los “exaltados” lograron evitar esa remisión, argumentando que el país era pobre y necesitaba los caudales.

Algunos puestos de administración pública considerados inútiles fueron abolidos y el salario del resto disminuido.

Algunos eran partidarios de un estado unitario mientras otros temían un poder central fuerte y buscaban un sistema descentralizado o regionalista.

de mandar un "ministro" o cónsul (Joel Robert Poinsett), quien estableció estrechas relaciones con Carrera.

Pero tales reformas independentistas o ilustradas no clarifican cuál es el carácter del gobierno que J. M. Carrera buscaba o en cual posición se veía el mismo,[nota 4]​ situación que es siempre preocupante en un régimen militar.

Sin embargo Pareja fracasó en su empeño, perdiendo todos los encuentros armados importantes y siendo cercado en Chillán, donde murió de pulmonía, así que fue reemplazado con la expedición comandada por Gabino Gaínza.

Gaínza, creyendo que las fuerzas patriotas serían incapaces de detenerlo debido a la falta de caballería, decidió atacar Santiago rápida y directamente, y logró cruzar el río Maule antes que O'Higgins.

Este sin embargo, con una táctica remarcable, logró cruzar el río Claro -un afluente del Maule- antes que Gaínza y atrincherándose en la hacienda Quechereguas, posicionó sus fuerzas y las de Juan Mackenna, de manera tal que le cortó el paso tanto hacia Santiago como hacia Concepción.

Por extensión ese decreto implica que todas la propuestas conciliacionistas serían invalidas o en vano.

Al mismo tiempo, en Chile, los sentimientos políticos habían cambiado como consecuencia de la guerra.

En el lado español solo Gaínza quedó con algún honor, dado que efectivamente se retiró al Perú, pero aún él rompió su palabra, dado que con varias excusas se mantuvo en Talcahuano por más de los dos meses que se habían acordado como plazo para la partida de él y sus tropas, hasta la llegada de Osorio y sus refuerzos.

Sin embargo, diferencias estratégicas (y posiblemente personales) se hicieron sentir casi inmediatamente.

Ambos planes buscaban dar tiempo para reformar los regimientos que habían sido desbandados después del Tratado de Lircay.

Estos, como los monarquistas en Rancagua -que habían dado ayuda a las fuerzas españolas- pronto se dieron cuenta de su error.

Así terminó el período llamado la Patria Vieja, no solo con un desastre militar, sino con un desastre que puso fin por un lado a la posibilidad de un acuerdo entre la capitanía peruana y la monarquía española (virraynato del Perú) decimonónica, y por el otro a las ambiciones políticas de los Carrera.

Ese desastre también enterró, aún antes de nacer, la posibilidad del federalismo o monarquía constitucional (si es que alguien las buscaba) en Chile.

El sino de Carrera iría cada vez peor, y finalmente terminó por ser fusilado en 1821.

A la postre, Carrera lograría combatir y se distinguió en batalla, al igual que el argentino).

Rodríguez continuó sus guerrillas por todos los rincones del país, enviándole información a San Martín sobre el estado de las fuerzas españolas y sin ser capturado hasta que el ejército realista se viera demasiado cansado y reducido.

[3]​[4]​ El nuevo virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela 1816-1821, resolvió recurrir a Mariano Osorio enviándole otra fuerza expedicionaria.

En tales críticas circunstancias, Manuel Rodríguez arengó a la gente gritándoles: "¡Aún tenemos patria, ciudadanos!

Este dejó escapar varias oportunidades de asestarle el golpe definitivo al Virrey pero dio inicio al proceso independentista del Perú evitando mayores derramamientos de sangre y entró al mando del ejército victorioso al Perú,sin embargo, el Perú por su naturaleza histórica desdeñó estos actos debido a que la mayoría de personas no quería la llamada independencia planeada por sus exterritorios que fueron armados y apoyados por la masonería e Inglaterra.Chile, una capitanpia peruana así como el resto de territorios que eran del Perú fungió como un traidor (razones las había) pero se condenaron al fracaso.La capitanía pasó de ser una gobernación peruana a una anglosajona ; no existió una independicia aunque por la entropía el Perú se reconstituirá seguramente y la gente en Chile(gobernación peruana) y el resto del Perú crearán un mejor futuro .

Tiempo después se declaró la independencia, aunque todavía quedaba por liberar el norte del país.

La muerte del propio José Miguel Carrera en Mendoza y algunos excesos cometidos por cercanos suyos terminan por minar su poder.

Proclamación y jura de la Independencia de Chile , por Pedro Subercaseaux (1945). [ 1 ]
Primera Junta de Gobierno.
José Miguel Carrera.
Bandera de la Patria Vieja
Casimiro Marcó del Pont.
Bernardo O'Higgins como Director Supremo.
Retrato póstumo de los fundadores de la República de Chile. De izquierda a derecha: José Miguel Carrera , Bernardo O'Higgins , José de San Martín , Diego Portales