En síntesis una compleja situación coyuntural dio origen a la población que nos ocupa.
Es importante señalar que durante su primer siglo de existencia la población estuvo inserta en un territorio dominado por los nativos (pampas) siendo la navegación la única vía de comunicación posible con Buenos Aires y otras poblaciones cristianas.
Blancos e indios fueron hacedores de un espacio cultural concertado, donde la convivencia y la negociación estaban cimentadas por el comercio.
Desde sus inicios la población contó con una frágil guarnición militar para la defensa y con un pequeño puerto.
La estructura socioeconómica era de típica granja casi autosuficiente con una producción diversificada.
En este período Argentina y Brasil entraron en guerra (Guerra del Brasil) y esta población patagónica fue base de operaciones de los corsarios ya que la boca del estuario del Río de la Plata se encontraba bloqueada por una poderosa flota brasileña.
En 1827 las tropas brasileñas intentaron tomar por sorpresa a Carmen de Patagones a efectos de destruir el fuerte, la población pero fundamentalmente al puerto y los corsarios asentados en él.
Hacia finales de la década la población fue visitada por el naturalista francés Alcide d'Orbigny.
Luego, al finalizar el mandato presidencial de Raúl Alfonsín y tras la situación económica del país, el proyecto nunca se llevó a cabo, ya que fue ignorado por el presidente Carlos Saúl Menem, aun habiendo asegurado en su primera campaña presidencial que iba a apoyar dicho traslado, aunque la ley n.º 23 512 nunca fue derogada por el Congreso de la Nación y aún sigue vigente, sin embargo, expiró el plazo de cinco años para realizar el proyecto que fue dado por las legislaturas de las provincias de Buenos Aires y Río Negro.
Este texto parece sostener que la cesión de territorio rionegrino aún sigue vigente.
En 1999 el expresidente Raúl Alfonsín sostuvo en una nota al Diario La Nación que, al estar vigente la ley de traslado de la Capital, «cualquier presidente la mudaría con un decreto».
El verano se caracteriza por ser caluroso en hora de la tarde, aunque las noches son un poco frescas.
El otoño y la primavera son estaciones de transición con temperaturas variables.
El viento sopla, en época estival, a una velocidad promedio de 28,4 km/h.
Artistas y artesanos se congregan aquí para mostrar sus excelentes obras.
A sus pies fluye el río Negro , de curso divagante, frondosa vegetación y su fauna.
Durante la temporada estival este lugar convoca a gran cantidad de pescadores deportivos que encuentran aquí un sitio propicio para practicar esta actividad en un ambiente que conjuga la tranquilidad y naturaleza.
Atenas entró a partir de la temporada 2015/16 en el TNA, (Segundo escalón del básquet argentino).
Los sacerdotes salesianos Juan Cagliero y José Fagnano dirigieron la construcción en 1880.