Durante los turbulentos primeros años de la revolución se negó a sumarse a las filas juntistas y fue destinado a Santa Bárbara, donde permaneció hasta que el brigadier Antonio Pareja lo convirtió en segundo jefe de su batallón.
En el mismo evento le entregó simbólicamente el estandarte real al coronel.
[3] Sin embargo, rápidamente se demostró que su inexperiencia era demasiado perjudicial para su propia causa, sufriendo varias derrotas.
[4] Durante su mandato realista libró la batalla del Roble, en 1813, al margen del río Itata, donde Bernardo O'Higgins logró rechazar el ataque por sorpresa del destacamento español gracias a la intervención de la caballería de Ramón Freire.
La resistencia realista consiguió perpetuarse gracias al «General Invierno 1813», es decir, el clima invernal que perjudicó a las tropas revolucionarias.