Sin embargo, con la inauguración del canal de Panamá en 1914 y la construcción de carreteras y ferrocarriles en otros países del continente, la navegación mercante alrededor del cabo se redujo notablemente, siendo utilizado en la actualidad por naves cuyo gran tamaño les imposibilita el paso por el canal, como portaaviones o petroleros.
[7] A 56 kilómetros al noroeste se encuentra el llamado «Falso cabo de Hornos» en la isla Hoste; su nombre se debe a la frecuente confusión que provocaba en los marinos que venían del poniente pues tiene una configuración similar al del cabo real.
[8] El terreno carece por completo de árboles y está cubierto por hierba debido a las frecuentes precipitaciones.
[29] Las amplias aguas del paso Drake, ubicado al sur del cabo de Hornos, con una anchura de aproximadamente 650 kilómetros, también presentan severas dificultades para la navegación principalmente debido a sus fuertes vientos y oleaje.
Sin embargo, en la zona del cabo de Hornos, estas encuentran una zona de aguas poco profundas, lo que provoca que las olas sean más cortas y más empinadas, acrecentando el riesgo para los navegantes.
[31] Adicionalmente, la zona al oeste del cabo de Hornos es particularmente conocida por sus olas gigantescas que pueden alcanzar alturas superiores a los 30 metros.
[32] Los vientos predominantes crean particulares problemas para las embarcaciones que intentan rodear el Cabo en sentido contrario, es decir, de este a oeste.
Finalmente, los hielos son también un importante obstáculo para los marinos al descender la latitud 40º.
[36] A principios del siglo XVII, la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales mantenía el monopolio sobre todo el comercio neerlandés que utilizaba las vías del estrecho y del cabo de Buena Esperanza, las dos únicas rutas conocidas que comunicaban a Occidente con el Lejano Oriente.
Intentando buscar una ruta alternativa para sortear el monopolio, el comerciante hugonote francés Isaac Le Maire decidió buscar un paso al sur del estrecho de Magallanes que uniera los océanos Pacífico y Atlántico, basado en la hipótesis de Drake.
El cabo que avistaron fue denominado «Kaap Hoorn» en honor a los patrocinadores del viaje.
Debido a las inclemencias del clima, la expedición regresó a su origen y en 1624 se investigó nuevamente, reconociendo que el cabo de Hornos se encontraba en una isla menor y no en Tierra del Fuego propiamente tal.
Los objetos encontrados fueron depositados en el Museo Naval y Marítimo de Valparaíso (Chile).
Desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XX, el cabo de Hornos fue parte de la ruta mercante por la que circulaba la mayor parte del comercio mundial.
Además, era la única ruta marina que conectaba las costas Este y Oeste de los Estados Unidos.
[43][44][45] El primer barco pequeño en navegar alrededor del Cabo fue un yate de 13 m llamado Saoirse, al mando de Connor O'Brien junto a tres amigos, quienes circunnavegaron el planeta entre 1923 y 1925.
Ambas son para un único competidor y se realizan cada cuatro años.
Ambos sobrevivieron y lograron reparar el barco en un puerto chileno, tras lo cual intentaron nuevamente realizar la hazaña.
[52] Otros navegantes actuales que han realizado la ruta han escrito sus memorias, como las de Vito Dumas que escribió «Solo a través de los "rugientes cuarentas"» basado en su viaje alrededor del mundo.
[56] El marino y escritor francés Bernard Moitessier, quien realizó dos importantes viajes en la zona, también escribió algunas memorias.
Basado en su primer viaje junto a su esposa Françoise, escribió Cabo de Hornos: la ruta lógica (Cap Horn à la voile, 1967),[57] y posteriormente escribió La larga ruta (La Longue Route, 1971)[58] cuando viajó sin acompañantes.
El cabo de Hornos ha aparecido además en algunas producciones cinematográficas, como por ejemplo la película Master and Commander (2003) del director Peter Weir.