En junio de 1810 fue puesto al mando del Ejército Auxiliar a las Provincias —que luego sería el Ejército del Norte— y fue ascendido a general (Brigadier).
Avanzó rápidamente con un pequeño contingente hacia Córdoba para sofocar la contrarrevolución dirigida por Liniers y Juan Gutiérrez de la Concha.
No tuvo una gobernación pacífica, por la oposición del partido de los hermanos Funes (autonomistas moderados), y al de José Javier Díaz y Juan Pablo Bulnes, (federales).
Estos últimos llamaron en su auxilio a José Artigas; en realidad, Artigas no quería ni podía invadir Córdoba, pero escribió al gobernador una carta amenazando con hacerlo, lo que lo obligó a renunciar.
Intentó organizar la recuperación de su mando desde La Rioja, pero tras fracasar se retiró a Mendoza.
Dos años más tarde, llegaba al poder Facundo Quiroga en La Rioja.
En esta provincia apoyó la llegada al poder del partido unitario, dirigido por el general José María Paz.
Estaba en Río Cuarto en 1830, cuando Quiroga hizo su campaña de Cuyo, y cayó prisionero del caudillo.