Juan Madera

Luchó contra las Invasiones Inglesas y fue herido en combate; trasladado al hospital de San Miguel, prestó servicios médicos juntamente con los médicos que lo atendieron.

Al ser capturado el exvirrey Santiago de Liniers, atendió sus necesidades médicas, antes de que fuera enviado a Buenos Aires —aunque en el camino sería fusilado—.

De regreso en Buenos Aires fue nombrado director del hospital militar, y adiestró a los médicos que servirían en los ejércitos en las futuras campañas, tanto al Alto Perú como a la Banda Oriental.

Durante muchos años fue miembro del Protomedicato y profesor de la Escuela de Medicina y Cirugía, que dirigiría tras el fallecimiento del doctor Cosme Argerich.

Dos años más tarde recomendó una serie de medidas para prevenir la entrada a la ciudad de la fiebre amarilla, que estaba haciendo estragos en Europa y los Estados Unidos.