Al día siguiente González Balcarce desalojó el pueblo, que fue ocupado rápidamente por el enemigo, y se situó el 6 de noviembre en Nazareno.
La diferencia en cañones, cuatro para Córdoba y Rojas contra dos de González Balcarce, no era significativa.
González Balcarce desplegó más tropas y Córdoba envió batallones para reforzar a sus guerrillas abandonando sus posiciones seguras.
Allí las fuerzas de González Balcarce que en apariencia huían, giraron para enfrentarlos, mientras las tropas de infantería y la artillería que estaban ocultas entre los cerros aparecieron bruscamente, emboscando a los realistas, quienes se dieron a la fuga arrojando banderas, armas y municiones, siendo perseguidos por tres leguas.
En la batalla, junto con las tropas provenientes de Buenos Aires (275 combatientes), participaron, salteños, jujeños, oranenses, tarijeños (aproximadamente 300 combatientes, al mando del líder tarijeño José Antonio Larrea[4]), cinteños y la Caballería chicheña de Tupiza, comandada por el coronel Pedro Arraya.
A González Balcarce le valió los galones de brigadier y la confianza para avanzar hacia el río Desaguadero, límite entre ambos virreinatos.