Indudablemente recibió esmerada educación en tierras lejanas, retornando al solar justo en el auge de la insurgencia emancipadora.
Emparentado con revolucionarios como Camargo, Antonio Arraya, este último que fuera protagonista del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca, el joven Pedro Arraya lideró a cien jinetes alistados al combate a la hora suprema que las fuerzas patricias se veían diezmadas.
Su perspicacia militar lo llevó a estar al lado de Manuel Belgrano, Simón Bolívar, Eustoquio Díaz Vélez, La Madrid.
Ya alejado de la vida militar y entregado a sus tareas rurales, ocurrió que un día estando de paso por Mojo protagonizó un hecho fortuito en una reyerta callejera eliminando al militar Fernando Aramayo, por cuyo hecho tuvo que huir a La Quiaca, al otro lado del país.
Por ello no se inmutaron en violar la frontera para ir en busca del patriota, allá en su casa de Matancillas, antes territorio argentino.