Expedición Auxiliadora Chilena

[12]​ También era parte de la expedición Vicente Benavides, quien tendría un papel fundamental en esta historia.

Allí fue recibida con entusiasmo por la población: Luego que en esta ciudad se supo hallarse en camino las tropas que vienen del reino de Chile para la capital de Buenos Aires, ninguna demostración les parecia bastante á los buenos patriotas para significarles su complacencia y el justo reconocimiento en que se creen constituidos por una acción tan generosa: todos se han preparado á porfía para recibir con la mayor ternura á aquellos valerosos hermanos que vienen á tomar una parte tan activa en nuestros esfuerzos: y estos nobles sentimientos con que la ciudad de Mendoza ha cooperado á estrechar de un modo tan sensible los vínculos de nuestra unión y confederación con el grande reino de Chile, deben hacerle mucho honor en la historia de nuestros sucesos.

Entraron tocando su marcha (pero sin bandera, pues no la traían) por la Calle de la Reconquista hasta la Plaza Mayor, en donde formaron todos los cuerpos en batalla sobre sus cuatro frentes, cediéndosele nuevamente el de honor, frente al Cabildo, al cuerpo auxiliar.

[15]​ El sagrario y la pila bautismal se llevaron a la iglesia de San Miguel Arcángel,[16]​ que sirvió como parroquia hasta que el 29 de julio se retiraron los pertrechos.

El daño que experimentó la ciudad no fue de consideración en sus edificios y sólo dos personas fueron heridas por las bombas.

La presentación y contenido de la intimación y la agresión, sin que la precediera ultimátum o negociación alguna, a una ciudad abierta,[21]​ desprovista de obras defensivas, impedían al gobierno aceptar la iniciativa de Elío, que hubiera sido rechazada sin más por un vecindario que no sólo no había sido amedrentado por el bombardeo sino que reaccionaba con repulsa y cólera ante el ataque.

Ayudaron a su caída la oposición morenista, el fracaso de las campañas contra las provincias rebeldes al movimiento (Alto Perú, Paraguay y la Banda Oriental.

El Triunvirato pronto se mostró autoritario en su política interna pero vacilante e incluso retrógrado en la conducción de la guerra, a cargo del secretario Bernardino Rivadavia, quien ya había sido acusado de "españolista" y deportado a la Guardia del Salto en ocasión del primer bombardeo de Buenos Aires.

Esto fue rechazado por el Triunvirato considerando que el secretario, Rivadavia, debía ser el interino.

Como en septiembre cesaba en sus funciones el triunviro Manuel de Sarratea se convoca nuevamente a la Asamblea, pero se rechazan los diplomas de los opositores, diputados por Salta, Tucumán, Jujuy y Mendoza (el mismo Monteagudo).

El 06 se reunió la Asamblea y habiendo renunciado Feliciano Antonio Chiclana designó a dos candidatos del oficialismo.

[11]​ El 18 de abril, las "Tropas Disciplinadas" salieron de Buenos Aires, acompañadas esta vez por una división enviada por Buenos Aires al mando del teniente coronel Santiago Carrera.

[27]​ El 9 de junio la división fue rápidamente enviada a Valparaíso para sumarse a una nueva división al mando de Francisco de Lastra y aprestarse a enfrentar una nueva invasión que se suponía tendría lugar por el norte mientras los rebeldes realistas nucleados en Chillán amenazaban por el sur.

[29]​ En los siguientes meses, el ya coronel Alcázar debería enfrentar la lucha con los realistas y sus propios conflictos con Juan José Carrera.

Producida la invasión del coronel Mariano Osorio sobrevino el Desastre de Rancagua, en octubre de 1814, donde Del Alcázar y sus hombres lucharon valientemente y se abrieron paso entre el enemigo.

Este oficial, además de las apreciables cualidades que le adornan, tiene pleno conocimiento de la frontera y un gran ascendiente sobre sus habitantes, cuyas circunstancias facilitaran a menos costa la toma de dichas plazas [Los Ángeles y Nacimiento] y quedará el enemigo aislado en Arauco".

Pero la solicitud fue denegada, indicando Posadas que se proveería a las tropas de lo necesario.

Valle Río Blanco, provincia de Los Andes.
Puerto de Buenos Aires.
Cornelio Saavedra.
José Miguel Carrera.
Bernardo O'Higgins , general en jefe de las fuerzas patriotas.