Real Cuerpo de Artillería en el Río de la Plata

Estas fuerzas de artillería se hallaban distribuidas en diferentes ciudades y plazas del virreinato.

En 1774 llegaron a Buenos Aires 47 artilleros del Real Cuerpo de Artillería.

Con la expedición llegó al Río de la Plata una fuerza del Real Cuerpo de Artillería al mando del brigadier Rudesindo Tilli, con 148 hombres.

Se agrupaban en divisiones de tren volante, generalmente formadas por 4 cañones y dos obuses.

La Compañía de Artillería Provincial de Buenos Aires llevó sus plazas a 100 soldados y creó otra compañía en Montevideo con 150 soldados.

Milicias existentes hacia la década de 1780: Hacia 1779 había 11 fuertes y guardias con artillería en la costa alta del río Paraguay y 13 en la costa baja, es decir al norte y al sur de Asunción.

[3]​ En 1796 fue organizada la artillería volante o de a caballo, aunque era preferida la mula como transporte.

Las unidades subsistentes quedaban en Buenos Aires, Montevideo, Maldonado y Colonia del Sacramento, pasando el resto a integrar unidades de infantería.

Dos compañías de 60 hombres quedaban en Mendoza y Colonia del Sacramento.

[6]​ La dependencia e instrucción seguía a cargo del Real Cuerpo de Artillería.

La artillería fue reforzada desde Buenos Aires con el capitán Benito Martínez, el teniente Francisco Villanueva y los subtenientes Antonio Giles, Manuel Puch y José Vázquez.

Urien marchó en la vanguardia del ejército con Antonio González Balcarce, junto a 2 cañones de 4 y 2 obuses, pero viajando en una columna más retrazada que hizo que Balcarce debiera esperar la artillería en Jujuy en Yavi.

Allí se perdió un cañón y Urien abandonó su puesto, pese a que los demás artilleros continuaron peleando al mando del sargento Juan Pedro Luna hasta agotar las balas y tener que retirarse.

En esta batalla participaron los mismos artilleros que en Cotagaita, con el agregado de 7 naturales y 20 dragones para el servicio del tren volante y cuidado de los caballos, todos al mando del teniente Villanueva y del subteniente Giles.

Cuatro cañones de la artillería realista fueron agregados tras la batalla.

El sargento Andrés García fue promovido a teniente y puesto al mando de la artillería.

Allí recibió un contingente de artillería desde Buenos Aires comandado por el capitán Juan Ramón Roxas con más de 70 plazas y con los tenientes primeros Juan Martínez y Pablo Zufriategui, los tenientes segundos Manuel Nazar y Francisco Belarde.

El cuerpo incorporó todos los piquetes de artillería existentes y se componía de doce compañías de 100 artilleros y cuatro oficiales cada una y una plana mayor, repartido en piquetes, compañías o escuadrones con sus cañones en varias provincias.

Oficial de Artilleros de la Unión.