Fortaleza de Santa Teresa

La fortaleza forma parte del parque nacional de Santa Teresa, creado para protegerla.

Esporádicamente estos esteros se interrumpen con elevaciones no muy pronunciadas, que suelen destacarse en contraste el paisaje plano.

La actual Fortaleza de Santa Teresa fue construida por la Corona española, aunque su fundación y nombre se deben a Portugal.

La madera fue transportada desde la zona del Fuerte de San Miguel, distante unos 30 km, tarea titánica para la época, ya que debían vadearse innumerables pantanos y arroyos.

Cevallos ordenó la construcción de otra fortificación, orientada contra el Brasil portugués, siendo su autor el ingeniero Francisco Rodríguez Cardozo.

Es la actual Fortaleza de Santa Teresa, diseñada por el ingeniero francés Bartolomé Howel (Havelle).

Existieron luego otros proyectos de mejoras, que no se llevaron a cabo, y que de haberse realizado hubieran dado a la construcción un rango arquitectónico mayor del actual.

Durante la llamada Guerra Grande, a mediados del siglo XIX, allí se refugiaron las fuerzas de Manuel Oribe, pero después la estructura permaneció abandonada.

Sirvió entonces, para abrigo del ganado y murciélagos; estos últimos inspiraron al expresidente Dr. Baltasar Brum a escribir una composición literaria.

Los terrestres se refugiaron en las flores, árboles, piñas, insectos, los marinos en los cabos, puntas, arrecifes, algas, delfines, lobos.

Cinco sirenas Caaibaté, Maci, Manipeya, Cuñataí, Alúa que vivían en los mares se transformaron en el Cerro Verde, y las puntas de la Fortaleza, Moza, Chato, del Barco o del Naufragio y Árido.

Fortaleza de Santa Teresa