Allí, afín al batllismo desde su juventud, se destaca como un joven dirigente y comienza una meteórica carrera política.
En 1913 el presidente José Batlle y Ordóñez lo nombra como Ministro de Instrucción Pública, pero debió esperar unos meses para asumir ya que no había cumplido la edad mínima requerida (30 años).
Horas después, se suicidó en la calle frente a su hogar con un arma de fuego.
La infancia de Baltasar Brum transcurrió en buena medida en el ámbito rural.
[2] Poco antes, en septiembre de ese año, pudo ver por primera vez en persona, en un acto en Paysandú, a quien sería su líder político: José Batlle y Ordóñez, que en ese momento ocupaba por primera vez la presidencia de la república.
[8] Además, Brum participó como representante uruguayo en la organización del Congreso Latinoamericano de Estudiantes, realizado en Montevideo en 1908.
[3] Luego de realizar un viaje a Europa con su padre, retorna a Salto, en donde ejerce la docencia en filosofía y literatura en el Politécnico, además de abrir su propio estudio profesional y desempeñarse en la actividad periodística.
[10][11] En 1911 alcanza su primer puesto público siendo vicepresidente de la Junta Económica Administrativa salteña.
Su nombre fue manejado para ser el primer intendente municipal del departamento, pero no se concretó.
Las discrepancias internas sobre esta propuesta causa severas fracturas dentro del Partido Colorado y la renuncia de varios ministros.
Brum defendió la necesidad política del tratado y declaró que sería una "insensatez" repudiar un convenio por el cual una nación poderosa se comprometía a resolver todas sus cuestiones con Uruguay, incluyendo aquellas que afectasen el “honor”, por medios pacíficos.
Ese mismo día es electo por la Asamblea General el político Feliciano Viera como presidente de la República.
Como Canciller, en un contexto internacional enfocado en el conflicto de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), donde Uruguay se había declarado neutral, Brum promovió una política exterior basada en dos grandes pilares: la solidaridad continental y el arbitraje amplio ante conflictos entre naciones.
Al llegar a Estados Unidos fue recibido en Washington D. C. y en la Casa Blanca por el presidente estadounidense Woodrow Wilson.
El grupo fue coloquialmente llamado como la "Comisión de los Ocho" por la cantidad de integrantes, los cuales fueron: el mismo Brum, Domingo Arena, Ricardo Areco, y Juan Antonio Buero, en representación del Partido Colorado; y Leonel Aguirre, Carlos A. Berro, Martín C. Martínez y Alejandro Gallinal, por el Partido Nacional.
[5][21][22] Las negociaciones ocurridas en el año 1917 llevaron a la búsqueda de un acuerdo con una solución innovadora: un Poder Ejecutivo bicéfalo.
Por su parte, Brum intentó mantener una posición de equilibro y fortalecer su liderazgo creando la "Unión Colorada", una fracción política efímera.
[27] En noviembre de 1919 se legisló la Ley N.º 6997 que estableció los feriados del país, entre ellos, antiguas festividades cristianas recibieron nuevas denominaciones.
Quedaban implicados los patronos con industrias donde se pudieran dar accidentes, obreros e incluso servicio doméstico.
Por más que fueran elementos comunes de la época ante desacuerdos o agravios, no se encontraban regulados hasta que se disparó la polémica en la sociedad uruguaya a partir de la muerte del joven periodista Washington Beltrán en un duelo a pistola contra el expresidente José Batlle y Ordóñez.
[34][35] La Ley se creó a partir de un proyecto que un año atrás había presentado el Dr.
Tuvo un efecto retroactivo, lo que permitió a Batlle posteriormente presidir el Consejo Nacional de Administración.
Esto interesó al presidente Brum, con quien visitó el lugar en abril de 1920.
[37]También se decretó la construcción de un parque público en los terrenos fiscales que la rodeaban.
El duelo culminó sin consecuencias físicas para ninguno de ellos, aunque tuvo importantes repercusiones públicas y simbólicas.
Culminado su mandato volvió a su tarea de abogado e integró la dirección del diario "El Día", hasta 1929.
Desde la tribuna periodística impulsó los derechos de la mujer y la defensa del pequeño productor agropecuario, entre otros temas.
[43] Ante esa reacción, la policía instaló un cerco, tanto por 18 de Julio como por Colonia, iniciando la resistencia de Brum que se prolongó durante varias horas estando acompañado por sus hermanos, otros familiares, amigos (como el historiador Eduardo Acevedo) y correligionarios.
Cercada la cuadra, el expresidente se paseaba por la vereda con un revólver cargado en cada mano.
Entre los conceptos vertidos por Brum en sus horas previas a al muerte, estaba convencido de que: "Si vivo, la dictadura durará veinte años; si muero cinco".