Ese territorio, ubicado al este del río Uruguay y sobre el estuario del Río de la Plata, tenía gran importancia estratégica para los patriotas por su cercanía a Buenos Aires y por ser base de una importante flota realista.Para estos últimos, en tanto, la posesión de la Banda Oriental era vital para asfixiar el movimiento revolucionario e impedir que se propagara desde Buenos Aires hacia el interior del Virreinato del Río de la Plata.Los revolucionarios enviaron a Montevideo al secretario de la Primera Junta, Juan José Paso, pero sus gestiones fueron inútiles.Del Pino se negó e informó inmediatamente a Buenos Aires enviando el oficio de Soria.En su oficio dirigido a la Junta Provisoria del 19 de julio manifestó su “mayor sorpresa” ante estos hechos “violentos” que lo obligaban, como vasallo fiel y subordinado militar, a separarse de una “dependencia indebida”.A su vez, el 20 de julio, la Junta Provisoria resolvió enviar al teniente coronel Felipe Santiago Cardoso con unos 200 soldados del cuerpo de Patricios al mando del capitán Eustoquio Díaz Vélez.Díaz Vélez capturó a los que quedaron, los desarmó, “clavó” los cañones y tomó prisionero al segundo comandante de la plaza, Guerrero Serón.Precisamente esta base naval permitía a los realistas dominar el Río de la Plata y los ríos interiores, como así también la costa bonaerense más al sur.El ejército se organizó en 4 divisiones, además de la vanguardia y la reserva, instalando su cuartel general en Mercedes:[6] Los realistas eran fuertes en Montevideo, pero en las zonas rurales de la Banda Oriental se afianzaban las ideas revolucionarias.Por ese puerto podrían llegar tropas desde España para sofocar la Revolución en el virreinato, de modo que el nuevo gobierno patriota se propuso conquistarlo.Las escaramuzas entre fuerzas realistas y partidas patriotas continuaron, mientras Artigas insurreccionaba los pueblos de la campaña.Artigas puso sitio a Montevideo con el auxilio de los gauchos orientales y las fuerzas enviadas por Buenos Aires.El virrey Elío vio como única salida el auxilio de las tropas portuguesas del Brasil y fue así que solicitó su concurso para derrotar a los revolucionarios.Esta poderosa fuerza se abrió paso rumbo a Montevideo, entablando numerosos combates contra las milicias orientales.La situación se complicó para los patriotas, que no podían luchar contra las fuerzas combinadas de Elío y los portugueses.Cumpliendo lo pactado, las tropas porteñas evacuaron suelo oriental en diciembre de ese año y regresaron a Buenos Aires, mientras que otras fuerzas cruzaron el río Uruguay, acampando en la Mesopotamia.Artigas y otros caudillos que reconocían la autoridad del Triunvirato también se retiraron, siendo seguidos por gran parte de la población, que no quería quedarse a vivir bajo dominación realista o portuguesa.Estas personas, marchando a pie o en carretas, cruzaron también el río Uruguay y se establecieron en San Antonio del Salto Chico (hoy Concordia (Entre Ríos)) y luego se retiraron a sus cercanías, instalándose en el Campamento del Ayuí.Como consecuencia de ello, Sarratea y Artigas no pudieron entenderse ni unir fuerzas contra el enemigo común.En septiembre, cuando Vigodet rechazó las exigencias del Triunvirato, Sarratea cruzó el río Uruguay y se puso en marcha hacia Montevideo.A pesar de lograr éxitos iniciales, fueron rechazados por las tropas que comandaba el general Rondeau.La Asamblea del Año XIII, influida por la diplomacia inglesa, no quería aún dar ese paso y se cree que esta diferencia fue la excusa de fondo.[10] El gobierno revolucionario se esforzó por equipar una pequeña flota que disputara a los realistas el control de los ríos interiores y el estuario del Plata.Este dirigió su flotilla contra la isla Martín García, donde enfrentó a la escuadra del capitán Jacinto Romarate y ocupó la estratégica isla; finalmente, el 15 de marzo los barcos realistas se retiraron remontando el río Uruguay.Brown envió tras ellos cinco barcos comandados por Thomas Nother (nacido en los Estados Unidos), que alcanzaron a los navíos de Romarate en Concepción del Uruguay.Por esos días nuevamente el teatro de operaciones del Alto Perú causaba preocupaciones al gobierno revolucionario, ya que el Ejército del Norte comandado por Belgrano había sufrido dos severas derrotas en Vilcapugio y Ayohuma, y se replegaba nuevamente, como en 1811.Ante la urgencia, el Triunvirato y la Asamblea del Año XIII crearon un nuevo poder ejecutivo: el Directorio.Casi al mismo tiempo Artigas y sus tropas abandonaban el sitio de Montevideo, disgustados por haber sido rechazados sus diputados.El 17 de mayo Alvear tomó el mando y el gobernador Vigodet se vio obligado a entrar en negociaciones, dada su difícil situación.Se llegó a un acuerdo de honor por el cual los realistas podrían retirarse a España con sus barcos y armas, mientras que los patriotas tomarían Montevideo en nombre de Fernando VII, reconocido como soberano por todos.