Expediciones Auxiliadoras al Alto Perú

Vieytes llevaba instrucciones de dejar que en cada provincia el pueblo eligiera diputados para incorporarse a la Junta.

En esas condiciones insurreccionales en que se hallaba el Alto Perú, Balcarce inició la marcha con 400 hombres.

Los restos desorganizados del ejército retrocederían en precipitada retirada, refugiándose primero en Potosí, que fue abandonada por Pueyrredón llevándose los caudales, luego en Jujuy y finalmente en territorio salteño, donde recibirían el auxilio de Güemes y Balcarce sería reemplazado por Pueyrredón.

En 1812, con nuevo comandante, Manuel Belgrano, la Junta decidió hacer una segunda campaña auxiliadora al Alto Perú, con un objetivo claro: derrotar definitivamente a los realistas ganadores en Huaqui y por consiguiente levantar la moral de la población, decaída por el avance español.

La retirada a contramarchas se produjo ordenadamente, con las tropas de Díaz Vélez formando una nutrida retaguardia.

Diez días más tarde, acampó en Tucumán, donde decidió detener su retirada desobedeciendo las órdenes de continuar hacia Córdoba.

Tristán rehízo su ejército y se mantuvo en las afueras de la ciudad, pero el día 26 debió retroceder hacia Salta en donde había dejado al marqués de Yavi como gobernador, perseguido por Díaz Vélez.

El general Tacón evacuó su división que se hallaba en Jujuy rumbo a Tupiza sin cumplir con la entrega de armas.

Tanto la Asamblea en Buenos Aires como el virrey del Perú, José Fernando de Abascal, desaprobaron la medida.

Como consecuencia de estas derrotas, el Alto Perú volvió al control realista y Belgrano se retiró a Jujuy.

San Martín, por razones de salud renunció cuatro meses después, siendo reemplazado por el coronel José Rondeau.

El ejército realista no fue derrotado, pero se pudo repeler su ataque manteniendo la revolución.

Los oficiales del Ejército del Norte se sublevaron y le comunicaron a Rondeau que sólo iban a acatar sus órdenes mas no las de Alvear y lo instaron a iniciar la campaña, Rondeau en rebeldía ordenó el comienzo de la operación que comenzó en enero de 1815.

La vanguardia patriota se adelanta para hacer un reconocimiento siendo sorprendido por el total de las tropas realistas.

Martín Miguel de Güemes, enemistado con Rondeau, abandonó las filas del ejército junto con sus gauchos y se retiró hacia Salta, llevándose consigo el parque del ejército que se encontraba en Jujuy.

Los objetivos no fueron logrados y las provincias quedaron rodeadas de potenciales enemigos.

Prohibió la pena de muerte sin su consentimiento y ordenó pagar todo lo que consumieran sus tropas.

Olañeta llegó con el primer regimiento y avanzó sobre Yavi sorprendiendo al marqués.

[3]​ El ejército realista volvió diezmado por los ataques guerrilleros y por la falta de víveres.

Olañeta, merced a su escuadrón gaucho de San Carlos, conocedor del terreno, logró sacar el ejército hacia Tupiza.

El triunfo le significó al Ejército del Norte la captura de abundantes armas, municiones, víveres y prisioneros, incorporándose además más 60 tarijeños de forma voluntaria al ejército.

El 20 de mayo Lamadrid sorprendió y logró capturar en Yotala un escuadrón al mando del coronel Francisco López.

Casi sin municiones, Lamadrid abandonó sus dos cañones, perdió 300 hombres entre bajas y prisioneros y puso rumbo a Tarija vía Pomabamba, sin ser perseguido por mucho tiempo por los relistas que no tenían caballada.

Poco después Olañeta y el coronel José María Valdez iniciaron una nueva invasión en Yavi con 2400 hombres.

En diciembre Olañeta ahogó un intento de deserción en los batallones Partidarios y Cazadores.

Olañeta realizó la última incursión en suelo argentino en junio de 1822, llegando hasta Volcán (Jujuy).

Su fuerzas permanecieron, sin embargo, ocupando algunos pueblos fronterizos, tales como Santa Victoria Oeste.

El comandante Baca guarecía Tupiza con 120 soldados que se dispersaron, siendo apresados 22 de ellos.

El teniente coronel Gregorio Herrera que guarecía Mojo con 69 hombres, se pasó a las fuerzas de Urdininea.

[8]​ Desde allí retornó a Salta con toda la división expedicionaria, mientras Burdett O'Connor se posesionaba del área al frente de la Legión Peruana.

Mapa de la primera campaña al Alto Perú (1810-1811). Los triángulos señalan las batallas; rojos para las victorias realistas ( Cotagaita , Huaqui y Amiraya ) y azules para las victorias independentistas ( Suipacha )
Segunda Campaña al Alto Perú (1812-1813). Los triángulos representan las batallas: azules para las victorias independentistas ( Éxodo jujeño , Tucumán y Salta ) y rojas para las victorias realistas ( Vilcapugio y Ayohuma )
Manuel Belgrano , uno de los principales líderes revolucionarios, era un abogado y economista que debió improvisarse como militar para hacerse cargo de los ejércitos independentistas enviados al Paraguay y al Alto Perú . Estatua en la Plaza de Mayo ( Buenos Aires )
Tercera Campaña al Alto Perú (1815). El triángulo rojo representa la única batalla importante de la misma, la victoria realista en )Sipe-Sipe
La guerra gaucha , una exitosa película de Lucas Demare sobre la novela de Leopoldo Lugones adaptada por Homero Manzi y Ulyses Petit de Murat . Estrenada en 1942