También se usa Valencia,[8] aunque este último puede llevar a confusión con la ciudad y con la provincia homónimas.
[10] La Comunidad Valenciana constituye un territorio altamente industrializado, con un potente sector turístico y con un elevado peso del sector agrícola, motivo por el cual su economía es la cuarta más importante de entre las comunidades autónomas españolas, al generar el 9,6 % del PIB nacional.
Fueron presidentes Eduardo Zaplana, José Luis Olivas, Francisco Camps y Alberto Fabra, quien ocupó el cargo tras la dimisión de su antecesor por su imputación en una rama del caso Gürtel.
El topónimo Valencia deriva del término latino Valentia Edetanorum, que le dieron los romanos al fundarla.
Destacan el Algar, el Amadorio, el Monnegre, la rambla de las Ovejas, que desemboca en Alicante y el Vinalopó, con su afluente el Tarafa.
[26] La Comunidad Valenciana forma parte biogeográficamente del Reino Holártico, y más concretamente de la región mediterránea.
En la tabla siguiente puede observarse más detalladamente a qué subzonas biogeográficas pertenece concretamente cada área de la Comunidad Valencianaː Desde el punto de vista bioclimático la vegetación se dispone en estratos en función altitudinal, que se corresponden con los termoclimas o pisos bioclimáticos.
Por lo general el bosque valenciano está muy alterado por la acción del hombre a lo largo de la historia, fundamentalmente por la urbanización, la agricultura y por los incendios forestales.
Otras aves y pájaros típicos de la Comunidad Valenciana son el arrendajo, el trepador azul, el petirrojo, el torcecuello, el pinzón, etc.
Hacia el 2500 a. C. se inicia la metalurgia en la región, que muestra influencias y contactos del sudeste peninsular.
En la época antigua, la región estaba habitada por los íberos, el pueblo autóctono prerromano de la Comunidad Valenciana, el cual se dividía a su vez en diversos grupos: en la zona sur los contestanos, en el centro los edetanos, y en el norte los ilercavones.
Tras la victoria romana en la segunda guerra púnica (202 a. C.), todo el litoral valenciano acabó sometido a la autoridad de Roma.
En época antigua, los griegos llegaron a la península ibérica, y establecieron varias colonias; entre las más importantes de la comunidad está Hemeroskopeion (situada cerca del Cap Roig), donde se han encontrado varias calzadas y restos de monumentos.
Sin embargo, tras una revuelta proalmorávide en Valencia, Al-Qádir fue asesinado, lo que llevó al Cid a conquistar la ciudad en junio de 1094.
Así, el reino de Valencia, en época foral, lo conformaban dos gobernaciones: la de Valencia y la Ultra Saxonam («tras Jijona», con estatus foral diferenciado, capital en Orihuela y, más adelante, Alicante), esta última formada por los territorios cedidos por Castilla en 1304.
El Reino de Valencia se pronunció mayoritariamente (salvo excepciones como Alicante, Jijona, Bañeres y la todavía castellana Villena) a favor del pretendiente austriaco, por lo que la región fue escenario de numerosas operaciones militares: finalmente, tras la batalla de Almansa librada en 1707, Felipe V hizo efectivo su reinado sobre la región valenciana y favoreció a las ciudades y grupos sociales que se habían mantenido fieles.
Durante el siglo XIX, se siguió ampliando las superficies agrícolas, en principio relacionadas con el cultivo de la viña, el arroz, las naranjas, y el almendro.
Asimismo, durante la Segunda República (1931-1939), se redactaron diversas propuestas para un Estatuto de Autonomía propio, pero ninguna llegó a aprobarse mediante votación.
Con la Transición, las provincias de Castellón, Valencia y Alicante se convertirían en graneros del voto socialista hasta los años 1990.
Posteriormente, el Estatuto de Autonomía valenciano sufrió dos reformas, una en 1992 para incluir todas las competencias adquiridas por la LOTRAVA, y otra en 2006, de mayor calado, con competencias nuevas, y en la que se declara la Comunidad Valenciana como nacionalidad histórica en el primer artículo, siguiendo a otras comunidades que lo habían hecho con anterioridad.
Desde la restauración de la democracia, la economía y la demografía valencianas han crecido a un ritmo mayor que el nacional.
Estos organismos son entidades con personalidad jurídica plena, por lo que cuentan con total autonomía en la gestión de sus intereses, su gobierno y administración corresponde a los ayuntamientos, los cuales pueden crear mancomunidades para la prestación o gestión más eficiente de servicios propios municipales.
Tradicionalmente, la población valenciana se concentraba en localidades y zonas de cultivo a la ribera de los ríos más importantes (Júcar, Turia, Segura, Vinalopó), así como en poblaciones costeras importantes con puertos, según las actividades agrícolas o comerciales.
En los últimos años, se ha acentuado la concentración de población en torno a las grandes capitales y se han formado grandes áreas metropolitanas, aunque la concentración demográfica también se ha dado en pueblos y ciudades costeras, de modo que poblaciones tradicionalmente pequeñas, como son el caso de Benidorm, Gandía, Calpe y Torrevieja, han sufrido un incremento poblacional muy considerable, aun mayor durante la época estival, debido fundamentalmente a las migraciones generadas por el turismo.
Debido a la gran variedad de producción agrícola, en la Comunidad Valenciana existen varias Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas: Tanto la pesca, que supone solo un 7 % del sector primario regional (INE 2007),[69] como la ganadería, son poco relevantes.
Se distinguen cinco grandes núcleos en los que se concentran varios conglomerados industriales especializados en diferentes subsectores: El sector más destacado es el textil, confección, cuero y calzado: la manufactura valenciana representó en 2007 casi la cuarta parte de la producción española.
En nuestros tiempos —siglos XIX, XX, XXI— son dignos de cita, como señalábamos con anterioridad, tanto ensayistas, como narradores, dramaturgos o poetas.
El término es un concepto político-jurídico, mediante el cual, en aras de la normalización lingüística, las administraciones local y autonómica pueden hacer predominar en sus comunicaciones oficiales el valenciano en cualquier ámbito.
En dicho territorio se emplean unas variantes dialectales que son la churra y la murciana, si bien esta última no está consensuada por todos los lingüistas debido a las diferencias dialectales de la Vega Baja del Segura y Villena con la zona oriental de Murcia.
La patrona de la Comunidad Valenciana aparece representada con una azucena en una mano y con el niño Jesús portando la cruz, en sus brazos.