Lo acordaron Jaime I de Aragón y el infante Alfonso de Castilla, que más tarde fue su yerno y futuro rey Alfonso X el Sabio.Jaime I vulnera esta cláusula al conquistar Villena en 1240 y, con ella, los sitios de Caudete y Sax, que, al estar al otro lado del puerto de Biar, correspondían a Castilla; y el infante D. Alfonso también lo hizo al pretender Játiva en 1244, que correspondía a la Corona de Aragón buscando forzar así un nuevo pacto donde se respetaran las fronteras pactadas en el Tratado de Cazorla.Si se observa la ubicación de los castillos pertenecientes a ambas coronas, se verá que los correspondientes a Castilla se encuentran en elevaciones en llano, mientras que los de Aragón están todos emplazados en zona montañosa: Jijona cierra el paso a la entrada desde Alicante por la hoya de Jijona hacia la Carrasqueta; Castalla domina toda su hoya al pie del puerto de Biar y hasta Sax; Biar defiende el acceso por su puerto; Almizra (actual Campo de Mirra) domina hasta Bocairente, el valle por el que discurre el curso alto del Vinalopó y Villajoyosa, separada de Alicante por una extensión de montañas áridas.Con esto, la Corona de Aragón consigue controlar los accesos naturales hacia el interior de sus territorios, mientras que Alfonso X consigue evitar que le sean conquistadas sus tierras alicantinas y murcianas y frenar el avance aragonés.Este resultado explicaría la extraña pretensión del castellano por Játiva, que ya se había asegurado para Aragón, forzando así Alfonso que se cumplieran las fronteras pactadas en Cazola.
Plafón cerámico del Tratado de Almizra en la Torre del Conjurador del
Campo de Mirra
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Representación del Tratado de Almizra que se lleva a cabo cada año en
Campo de Mirra
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