Paleolítico medio

Es también la época del Homo neanderthalensis, que desde Europa se extendió por Oriente próximo y buena parte de Asia central.

[7]​ Además, se ha demostrado que en Asia oriental el Homo erectus sobrevivió en un área extensa mientras las otras dos especies se dispersaban por el planeta,[8]​ dando origen además, en ciertas áreas de la actual Indonesia, a una cuarta especie, Homo floresiensis,[9]​ con una adaptación especializada a los bosques.

No hubo pues un proceso lineal de evolución y la visión inicial del Paleolítico medio resultó ser básicamente europea, verificable solamente en aquellas áreas donde el H. sapiens remplazó al H. neanderthalensis tardío, es decir en Europa y el oeste de Asia hasta Irán y Uzbekistán, pero no en el resto del continente asiático ni mucho menos en las regiones de África donde surgió el H. sapiens.

Estos cambios coincidirían con la datación de 630 000 AP estimada para el espécimen fósil encontrado en Bodo.

En Kenia (Guomde, Malewa Gorge, Kapthurin,[15]​ Kapedo Beeds[16]​) y Etiopía (Gademotta) se han encontrado los útiles más antiguos de este periodo.

En las cercanías del Lago Eyasi (Tanzania) fueron encontrados fósiles de por lo menos dos individuos designados en 1939 como Africanthropus njarasensis,[17]​ asociados con una industria del tipo levallois que se ha datado en 250 000 años AP y que varios expertos clasifican ahora como perteneciente al H. rhodesiensis.

[21]​ El complejo tecnológico/estilístico denominado industria musteriense o modo técnico 3 se caracteriza por una técnica de talla lítica, el método Levallois, cuya existencia ha sido constatada a finales del periodo anterior, pero que en este se generalizó.

[22]​ Consistía en preparar un núcleo para obtener cortantes y gruesas lascas a base de realizar muescas directamente sobre el sílex.

Coincidiendo con esta nueva técnica aparecen en el registro fósil los primeros encéfalos con 1400 cm³ de volumen.

Su capacidad encefálica estaría en 1500 cm³ de media, por tanto mayor que la del H. sapiens.

Estudios genéticos efectuados sobre los restos de la cueva del Sidrón (Asturias, España) han aportado como evidencia el gen que nos permite hablar a nosotros, el FoxP2.

Su desarrollo fisiológico era similar al del H. sapiens, naciendo con una madurez parecida y creciendo de manera igual.

Las presas vivas, las carroñas y lo que obtuvieran mediante la recolección, serían para ellos alternativas alimentarias complementarias.

Algunas poblaciones neandertales sobrevivieron durante unos milenios a la expansión de los cromañones por Europa (hace unos 40 000 años) en zonas del Cantábrico, Francia, Italia o Bulgaria.

Probablemente (aunque hay autores que no opinan así) a consecuencia de los contactos con H. sapiens desarrollaron una industria perteneciente ya al modo técnico IV, denominada por los franceses chatelperroniense.

Reconstrucción pictográfica de un grupo neandertal.
Reconstrucción del cráneo de un H. neanderthalensis de la cueva de La Ferrassie , Francia.
Diferentes vistas de una lasca obtenida mediante el método Levallois.
Mapa que refleja la expansión máxima conocida hasta ahora del Homo neanderthalensis .