Tauromaquia

[6]​La tauromaquia, cada vez más minoritaria, es legal en tan solo siete de los 211 países existentes: España, Portugal, Francia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.

[8]​ En otros países como en China, Filipinas y Estados Unidos también se han celebrado corridas de toros pero en menor número.

El cartaginés se sirvió de mercenarios íberos acompañados por unos dos mil toros que portaban sarmientos encendidos sobre las cornamentas para abrirse camino entre las líneas enemigas.

[36]​[37]​ Sin embargo, los espectáculos taurinos en tiempos del imperio romano también incorporaban luchas entre fieras con enfrentamientos entre toros, osos, panteras y elefantes, entre otros animales salvajes.

[40]​ Las informaciones sobre tauromaquia durante el periodo visigodo y en los primeros tiempos del califato omeya son escasas.

[51]​[52]​[53]​ En 1215, según las pautas marcadas en el IV concilio de Letran, se prohibió la asistencia y participación del clero en estos eventos,[55]​.

[59]​ Con estas prácticas, la mayoría de las cuales eran públicas, obtenían las habilidades necesarias para las batallas durante la reconquista.

[60]​[61]​ Realizadas por los caballeros de la nobleza dichos ejercicios consistían en torneos, juegos de cañas y sortijas, en los que se ofrecían combates con toros,[58]​[62]​ cuyo objetivo era dominar la bravura del mismo, un reto para caballeros nobles y monarcas participantes.

[63]​[64]​ Durante la Edad Media aumentaron los festejos taurinos celebrados en las plazas públicas, adecuadas para los festejos, para agasajar a reyes y nobles en sus visitas a ciudades españolas con motivo de bodas, nacimientos y cumpleaños reales o celebraciones conmemorativas.

[70]​ Algunas de estas celebraciones, en las que participaba toda la comunidad, en ocasiones resultaron perjudiciales para determinados intereses, razón por la cual surgieron diferentes regulaciones locales por parte del clero.

Estos cambios iniciaron el recorrido hacia la tauromaquia profesional que llegará hasta tiempos contemporáneos.

Antes de ser los toros sacrificados, los mozos solían practicar las diferentes suertes y pases en los corrales del matadero, actividad que se realizaba al amanecer.

En España la Ilustración se inició durante el reinado de Felipe V, continuó con Fernando VI y tuvo su momento cumbre con Carlos III.

El brindis le costó a Agustín Aroca ser detenido al día siguiente y fusilado poco después en los montes de Toledo.

[127]​ A mediados del siglo XIX aparecieron los primeros reglamentos taurinos para regular los festejos que se celebraban en plazas de toros cerradas.

Los nuevos reglamentos permitieron que los festejos taurinos pasasen de ser celebraciones con características locales, según cada población, a realizarse con un formato similar en todas las ciudades.

[138]​ Durante la primera década del siglo destacaron Antonio Fuentes, el mexicano Rodolfo Gaona que hizo universal el toreo mexicano y español; Rafael González Madrid Machaquito o Ricardo Torres Bombita, Rafael Gómez, Gallo y Vicente Pastor que ocuparon los primeros puestos de los escalafones taurinos.

A este resurgir le siguieron figuras como Luis Miguel Dominguín, el mexicano Carlos Arruza, Pepe Luis Vázquez, Antonio Bienvenida, Pepín Martín Vázquez, Silverio Pérez, Miguel Báez El Litri, Julio Aparicio y Agustín Parra Parrita.

Las nuevas figuras del toreo presentan gran diversidad en su estilo y proyección; personalidades tan particulares como Enrique Ponce, y Joselito —de toreo clásico—; Julián López, el Juli, José Tomás, Manuel Jesús Cid el Cid, Miguel Ángel Perera, Pepín Liria, Morante de la Puebla, José María Manzanares, Alejandro Talavante, Luis Bolívar, Gonzalo Caballero y el francés Sebastián Castella, son algunos de los toreros más célebres del siglo XXI.

[156]​[157]​ La obra de Daza fue referencia para las obras que publicaron con posterioridad Fernández Moratín, Pepe-Hillo y Paquiro.

En la obra Paquiro organizó una serie de preceptos y legislación para toreros con el que se estableció la forma definitiva para torear, organizando con ello la forma en la que hombre y toro se enfrentaban en el ruedo.

[168]​[169]​[170]​[171]​[172]​[173]​ Unida desde sus orígenes a las tradiciones culturales ancestrales del Mediterráneo, la interpretación de la tauromaquia ha dado lugar a diferentes formas de manifestaciones artísticas y culturales desde la literatura y la poseía hasta la música, el cine, el teatro o la danza entre otras.

En Huesca en 1275 se prohibía que, cuando fuesen corridas reses con motivos de las bodas, estas entraran en la catedral.

La tauromaquia es ejercicio de múltiple comprensión, pues puede ser admirada o criticada, pero sus componentes, ya citados, le permiten perdurar en el tiempo y generar amplio debate a su alrededor.

Sin embargo, otros tantos fueron aficionados taurinos y dedicaron a la tauromaquia parte de sus obras.

Filósofos como Fernando Savater o Enrique Tierno Galván y artistas como Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat aducen que estas críticas de los antitaurinos obedecen a la ignorancia, ya que el toro de lidia vive en libertad en su hábitat natural y, sin las corridas, no solo se extinguiría el toro bravo, sino el propio ecosistema en que se desenvuelve (las dehesas).

[216]​ Desde 2005, ha habido un debate en Colombia sobre el estatus legal que la tauromaquia, particularmente las corridas de toros, deben recibir.

En 2010, el caso fue revisado nuevamente por la misma institución,[217]​ la cual, si bien no tumbó el artículo del todo, restringió la práctica a municipios en los que «las mismas sean manifestación de una tradición regular, periódica e ininterrumpida y que por tanto su realización responda a cierta periodicidad», bajo la condición de que «se eliminen o morigeren en el futuro las conductas especialmente crueles contra [los animales]».

[223]​ La ley, bautizada informalmente como «No más Olé», fue aprobada por el presidente Gustavo Petro en la plaza de Santamaría.

Fue habitual que la guardia real protegiese al público con alabardas y las horquillas del moquete o forcado.

El dios Mitra .
Tartessos.png
Área de influencia de la civilización Tartéssica.
Sacrificio de un toro (Creta).
Moneda púnica de Ebusus. En el anverso, Bes con maza y serpiente; en el reverso, un toro. Siglo III a. C.
Fresco de la casa de los Vettii en Pompeya representando La venganza contra Dirce .
Las siete partidas, Alfonso X.
Concilio de Letrán 1215, documento por el que se prohibía al clero la asistencia a los encierros de Cuéllar (Segovia). [ 54 ]
Cantigas de Santa María CXLIV (1280), « Milagro del toro de Plasencia» .
Cartas de Relación de Hernán Cortés a Carlos V.
Caballero lanceador del siglo XVI . Caballero, la muerte y el diablo, Alberto Durero (1513), grabado.
Juegos de cañas y caballeros lanceadores en la plaza Mayor de Madrid siglo XVII . Juan de la Corte (1623), óleo.
Bula de Inocencio XI (1676-78).
Francisco Romero primer matador de toros . Litografía de Saynz, Biblioteca Nacional de España.
Cartel taurino Soto Luzón, Madrid (septiembre de 1737), el cartel más antiguo conocido.
Corrida de toros en la plaza de la Puerta de Alcalá. Alfred Guesdon (1854), dibujo.
Garrochistas de Bailén. Enrique Esteban (1905).
José Gómez Ortega Joselito .
Final del paseíllo en una corrida de toros.
Tarjeta postal de un toreo en la Ciudad de México en los años 1970.
Tauromaquia o arte de torear a caballo y a pie (1804) de José Delgado Pepe-Hillo .
Dehesa. Finca de ganado bravo.
Dehesa. Finca de ganado bravo.
Picador.
Novillero ejecutando un pase con derecha con la muleta en la plaza de toros de Alcalá la Real , Jaén , España .
El Quite (1897) de Enrique Simonet .
Cartel del festejo taurino del 15 de agosto de 1934 que se celebró en Villafranca de la Sierra (Ávila, España)
Exposición Universal de París (1867), Pabellón de España.
Plaza de toros Monumental de Pamplona tras los encierros (2009).