También se vio envuelto en pleitos, incluso con su propio hijo, por las cesiones de sus propiedades en Granada, entre los años 1584 a 1595 y se dedicó a viajar por la península: Toledo, Talavera de la Reina, Granada y Lisboa, donde publicó su traducción en endecasílabos blancos (no en octava rima como dice Víctor Infantes)[2] del Arte poética de Quinto Horacio Flaco.
[4] En suma, cuanto en su larga y cortesana vida había visto u oído que tuviera algo de gracia o interés.
El libro está escrito desaliñadamente y aprisa, por lo que gana en espontaneidad e interés.
[5] También compuso un ambicioso poema épico, El Carlo famoso (Valencia, 1566), una extensa crónica en verso (abarca 20.000 versos distribuidos en 50 cantos) sobre la historia de Carlos V desde 1522 hasta su muerte, en cuya redacción empleó trece años.
Tiene interés histórico, ya que sigue fielmente la verdad, pero carece de emoción literaria, salvo algunos fragmentos sueltos (episodios burlescos, como una guerra entre gatos y ratones, etcétera).