Se denomina recortador al torero que, con la única ayuda de su cuerpo o con algún artilugio simple, como puede ser un palo a modo de pértiga (garrocha), realiza con pericia piruetas ante la embestida del toro o vaquilla, como son recortes, saltos por encima o quiebros laterales ajustándose a la cintura los pitones de toros.
Se realiza en festejos populares en calles o plazas de toros, así como en concursos para denominar al mejor recortador.
Es necesario mucha habilidad para realizar este prodigio de valor, forma física y deportividad.
[2] El mejor corte siempre es el que, al paso del toro, el torero permanece más tiempo parado tras haber realizado el quiebro, y la salida siempre airosa, sin apenas correr o andando.
El quiebro se puede realizar a pie quieto, esperando la embestida del toro y quebrarle, o también a la carrera, saliendo al encuentro con el toro, y en el cruce realizar el quiebro.