Durante la primera década del siglo XX, Machaquito compitió con «Bombita», hasta que la aparición de dos nuevos toreros como Vicente Pastor y sobre todo, Rafael Gómez, «El Gallo», hizo que su fama decayera, hasta que se cortó la coleta sin previo aviso cinco días más tarde de la última corrida que protagonizó en la plaza de toros de Madrid, el 16 de octubre de 1913, en la que dio la alternativa a Juan Belmonte.
Machaquito es uno de los cinco Califas del Toreo cordobeses.
Tuvo corridas en Hispanoamérica y debe su mote, Machaquito, a la capacidad de matar los toros con tan gran acierto, que para acabar con los ciento veintiséis toros que mató en una temporada, empleó tan sólo ciento treinta y cinco estocadas.
Su corta estatura le hacía vibrar a los públicos.
Pasa a la posteridad por su forma de matar tremendamente efectiva".