Nacido en el barrio de Embajadores de Madrid, empezó a ser conocido como El Chico de la blusa Delgado por saltar vestido con una blusa y una gorrilla azules para torear los novillos embolados que solían soltarse en Madrid cuando finalizaban algunas novilladas.
[2] Se le reconoció una extraordinaria calidad en cuanto a la ejecución de las suertes, de las que era un gran dominador, y era un diestro apreciado por su valor, pundonor, severidad, honradez, destreza, seriedad y sobriedad, si bien se le achacaba carecer de la belleza de otros toreros.
Gozó de gran popularidad, y, ya anciano, vivía en Madrid y, falto de recursos, tuvieron que hacerle una corrida homenaje para recaudar fondos.
Un retrato de Vicente Pastor y Delgado, pintado por el pintor valenciano Manuel Matoses Vicent, se expone en el Museo Taurino de Valencia.
Tiene una placa conmemorativa en Madrid en la casa donde viviera hasta su fallecimiento, en el número 7 de la calle de Embajadores.