Plaza del Rey (Barcelona)

Aunque quedaba cerrado por una muralla, era un espacio abierto al pueblo, usado durante siglos como mercado.

A mediados del siglo XIX el Ayuntamiento de Barcelona encargó al arquitecto municipal Francisco Daniel Molina la reforma de la plaza, que sufría la decadencia de los edificios del entorno, que habían perdido su uso noble.

Se suprimieron los árboles y la fuente neogótica de Molina.

Este descubrimiento motivó la creación del Museo de Historia de Barcelona (MHCB), impulsado por el propio Duran i Sanpere e instalado en la Casa Padellàs desde 1943.

En 1956 la columna romana fue trasladada a la sede del Centro Excursionista de Cataluña, donde se conservan los otros restos del Templo de Augusto.

Vista de la plaza hacia 1842
Plaza del Rey (1896), pintura de Francisco Gimeno .
Escalinatas del Palacio Real