Antonio Machado

[7]​ En un estudio más reciente, Gibson anota que el propio Machado le escribía en 1912 a Juan Ramón Jiménez evocando «...sensaciones de mi infancia, cuando yo vivía en esos puertos atlánticos».

[8]​ Sea como fuere, quedarían grabadas en la retina del poeta aquellas «estelas en la mar».

La Institución, en coherente armonía con el ambiente familiar de los Machado marcarían su ideario intelectual.

[12]​[13]​ Entretanto, la economía en casa de los Machado, que llevaba años siendo muy apretada, alcanzó un nivel crítico.

Cafés de artistas, tablaos, tertulias literarias, el frontón y los toros, todo les interesa.

En junio de 1899, Antonio Machado viajó a París, donde ya le esperaba su hermano Manuel.

[18]​ Antonio regresó a Madrid en octubre de ese mismo año, incrementando su trato con el «estado mayor» del modernismo, un activo Francisco Villaespesa, un itinerante Rubén Darío y un joven de Moguer, Juan Ramón Jiménez.

[20]​ En 1907 publicó en Madrid, con el librero y editor Gregorio Pueyo, su segundo libro de poemas, Soledades.

[22]​ Ángel Lázaro dejó escrito lo que el propio poeta contestaba, cuando los amigos le preguntaban sobre su decisión: El Machado del París simbolista y el Madrid bohemio reflejado en sus Soledades y galerías dio paso en la descarnada realidad soriana a un hombre diferente: «... cinco años en Soria» —escribiría luego en 1917— «orientaron mis ojos y mi corazón hacia lo esencial castellano...» —y añade— «Ya era, además, muy otra mi ideología».

En la nueva pensión, regida por Isabel Cuevas y su marido Ceferino Izquierdo, sargento de la Guardia Civil jubilado, quiso el destino que el poeta conociera a Leonor Izquierdo, la hija mayor, y aún apenas una niña de trece años.

Y contra todo pronóstico, el matrimonio fue modelo de entendimiento y felicidad, hasta tal punto que la novia se apasionó por el trabajo del poeta con toda la ilusión de su juventud.

Durante los seis primeros meses, la pareja viajó, visitó los museos e intimaron con Rubén Darío y Francisca Sánchez, su compañera.

[l]​ Machado aprovechó para asistir al curso que Henri Bergson impartía en el Colegio de Francia.

Los médicos, impotentes en aquella época contra la tuberculosis, recomendaron el regreso al aire sano de Soria.

[27]​ Machado, desesperado, solicitó su traslado a Madrid, pero el único destino vacante era Baeza, donde durante los siete próximos años penó más que vivió, dedicado a la enseñanza como profesor de Gramática Francesa en el instituto de Bachillerato instalado en la antigua Universidad baezana.

Fruto en gran parte de esa mirada será su siguiente libro, Nuevas canciones.

Con ese nuevo título en su menguado currículo, solicitó el traslado al Instituto de Segovia, que en esta ocasión sí se le concedió.

En este centro impartirá clases hasta 1932, ejerciendo como vicedirector durante varios años.

[36]​ Este nuevo estatus de perfil bohemio le permitiría recuperar la actividad teatral junto a su hermano Manuel.

[37]​ También colaboró en la recién nacida revista literaria Manantial y frecuentó el ambiente del Café Castilla, en la plaza mayor de Segovia.

Se hospedó en el incómodo Hotel Comercio, el mejor de la ciudad, y en su sala de recibo la visitó Machado iniciándose así su amistad, que en el poeta enseguida se convierte en un enamoramiento tan intenso que, cuando ella le indica que al estar casada sólo le puede ofrecer una inocente amistad, él acepta esa limitación: "Con tal de verte, lo que sea", aunque en sus cartas se lamenta una y otra vez de esa castidad impuesta.

En la capital, el poeta continuó viéndose en secreto con la inspiradora de Guiomar y estrenando las comedias escritas con Manuel.

[p]​ En 1935, Machado se trasladó del Instituto Calderón de la Barca al Cervantes.

[49]​ Casi desde los primeros días de la guerra, Madrid, ya convulsionada desde los últimos estertores del segundo bienio, se convirtió en un campo abonado para las privaciones y la muerte.

A la mañana siguiente, con la ayuda de Navarro Tomás y Corpus Barga, se trasladaron en tren hasta Colliure (Francia), donde el grupo encontró albergue en la tarde del día 28 de enero, en el Hotel Bougnol-Quintana.

[u]​[2]​[57]​[58]​[v]​ José Machado relataría luego que su madre, saliendo por unos instantes del estado de semiinconsciencia en el que la habían sumido las penalidades del viaje, y al ver vacía la cama de su hijo junto a la suya, preguntó por él con ansiedad.

Murió el 25 de febrero, justo el día en que cumplía ochenta y cinco años de edad,[w]​[59]​ haciendo efectiva la promesa que formuló en voz alta en Rocafort: «Estoy dispuesta a vivir tanto como mi hijo Antonio».

[77]​ Durante su estancia en Soria, Machado escribió su libro más noventayochista, Campos de Castilla, publicado por la editorial Renacimiento en 1912.

A través de sus páginas, un imaginario profesor y sus alumnos analizan la sociedad, la cultura, el arte, la literatura, la política, la filosofía, planteados con una caprichosa variedad de tonos, desde la aparente frivolidad hasta la gravedad máxima, pasando por la sentencia, la paradoja, el adagio, la erudición, la introspección, la retórica como arte, la cuchufleta o el más fino y sutil humor celtibérico.

Una copia hecha por Pedro Barral recuerda desde un rincón del jardín que da acceso a la Casa-Museo de Machado en Segovia aquellos versos que unieron a los dos artistas en la eternidad:[92]​ Además de las variopintas esculturas dedicadas al poeta, entre los numerosos reconocimientos dedicados a Antonio Machado, su obra y su memoria, pueden mencionarse de modo aleatorio: Ambos tienen el título "Antonio Machado.

Retrato de Antonio Machado Álvarez y Ana Ruiz, padres de Antonio
El rincón de la alberca en uno de los patios del Palacio de las Dueñas , en una de cuyas viviendas nació, en 1875, Antonio Machado.
Foto de Leonor Izquierdo el día de su boda el 30 de julio de 1909
Claustro de profesores del Instituto de Baeza en el patio de columnas. 1918. Fotografía de Francisco Baras.
Retratado por Leandro Oroz (1925)
Publicación en portada del diario La Vanguardia del viernes 16 de julio de 1937: «El poeta y el pueblo», discurso de Antonio Machado para el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura organizado por la Alianza de Intelectuales Antifascistas y celebrado en Valencia.
Tumba de Antonio Machado y su madre, Ana Ruiz, en el cementerio de Colliure (Francia)
Dibujo de Antonio Machado. Exposición temporal Por la defensa de la Cultura en el Centro del Carmen de Valencia.
Estatua de Machado ante el Teatro Juan Bravo en la plaza Mayor de Segovia
Página de título de la primera edición de las Poesías completas de Antonio Machado, con autógrafo y foto del autor (tomada hacia 1917, en su etapa de profesor en Baeza). Fondos de la Biblioteca del Ateneo de Madrid.
Antonio Machado por Barral (hacia 1920-22)
Placa en honor a Antonio Machado en la antigua universidad de Baeza. Siendo Instituto de Bachillerato, el poeta impartió aquí clases de Gramática Francesa desde 1912 hasta 1919.