[3] Desde muy joven dedicó gran parte de su actividad a alternar en ambientes culturales.
[9] Iniciada probablemente en 1928, la secreta relación entre Pilar y el maduro poeta no se desveló hasta 1950.
Según relató Pilar Valderrama en su libro Sí, soy Guiomar, en marzo de 1928, teniendo ella treinta y ocho años, su esposo le había confesado su infidelidad con una joven que se acababa de suicidar.
[14][15][6] Según algunos biógrafos, fue la finca de "El Carrascal" la inspiradora del nombre Guiomar,[16] por encontrarse en el antiguo señorío del poeta Jorge Manrique[17] (por el que, al parecer, tanto Antonio como Pilar sentían veneración), poeta castellano que dedicó algunos versos a su amada esposa Guiomar de Castañeda.
Afincada de nuevo en Madrid desde 1940, Pilar de Valderrama intercambió confidencias con su amiga Concha Espina, descubriéndole en 1950 su relación con Machado; la novelista la animó a hacerlo público "en honor del mejor conocimiento del poeta".
Sus memorias se publicaron dos años después y las cartas de Machado fueron donadas a la Biblioteca Nacional.
[21] Por su parte, los biógrafos más autorizados de Antonio Machado, posteriores a 1981, fecha en que apareció Si, soy Guiomar.
Memorias de mi vida, coinciden en denunciar el vampirismo literario y vital que puso en juego Pilar Valderrama.
[24] Prescindiendo de eruditos, biógrafos, críticos e incluso apócrifos, el último juicio le corresponde a Machado: