Ignacio Zuloaga

Se formó en Kontadurekua, la casa torre y escuela-taller familiar, ubicada en la localidad guipuzcoana de Éibar.

Su formación escolar fue primero en Vergara con los dominicos, y posteriormente en un internado parisino regentado por jesuitas.

Allí pudo admirar a los artistas del Renacimiento, y su vocación por ser pintor era ya un hecho.

A esta formación reglada se suman sus constantes visitas al Museo del Louvre para admirar y copiar la obra de los grandes maestros, entre los que se encontraba de nuevo el Greco.

Su círculo social parisino lo formaban Toulouse-Lautrec, Degas, Gauguin, Van Gogh, Blanche, Emile Bernard, Paul Maurice y Máxime Dethomas, con cuya hermana se casó.

Así como artistas españoles: Santiago Rusiñol, Paco Durrio, Pablo Uranga y Ramón Casas.

De regreso a París, se instala con sus amigos artistas catalanes (Rusiñol, Jordá y Ramón Casas) en la Île Saint-Louis.

La fortuna y su admiración por la obra del Greco le deparó hallar dos cuadros de dicho pintor en París.

Su admiración por el pueblo gitano, sus costumbres, su lengua, su forma de vida..., lo llevan a visitar Andalucía.

Posteriormente lo hará en la capital hispalense, donde alquiló una pequeña estancia en un corral de vecinos, situado en un popular barrio habitado principalmente por población calé.

Sin embargo, su pésima situación financiera hará que su padre lo recomiende a su principal mecenas, el magnate inglés Alfred Morrison.

Su llegada a Segovia coincide con un momento trágico para España: la derrota ante los Estados Unidos.

Comienza así a buscar unos terrenos donde poder edificar su nuevo hogar familiar, que constaría de vivienda, taller y museo.

En su decoración incluye importantes obras cerámicas realizadas por su tío Daniel Zuloaga, así como rejas andaluzas y otras piezas de origen francés.

Retomó su actividad y comenzó a presentar obras, sin ningún temor, a las exposiciones públicas del momento, independientemente del país en el que se convocaran: España, París, Burdeos, Bruselas, Róterdam, Múnich, Dresde, Düsseldorf, Budapest, Praga, Berlín, Viena, Lieja, Amberes, Londres, México, Roma, Santiago de Chile, Buenos Aires… En 1909 expuso por primera vez en Estados Unidos.

Su éxito, una vez más, es abrumador, si bien los jóvenes artistas seguidores ya de las vanguardias europeas, no ven en él un maestro al que seguir.

Pero, ante el continuo avance de los sublevados hacia Guipúzcoa y las alarmantes noticias que llegaban, decidió viajar con su mujer e hijo a España.

Tras recoger a su hija Lucía, su yerno y su nieto en San Sebastián, la familia Zuloaga permaneció en Zumaya, asegurando su museo.

Sin embargo, el cuadro del Greco San Francisco presentando los estigmas le fue robado.

Esta actitud provocó las iras del nuevo alcalde franquista de Zumaya, Cosme Iraundegui, que incluyó al pintor y a su yerno en la lista de rojos y separatistas a los que recomienda multar.

Ese mismo mes el duque de Alba, amigo del pintor, le dice que el Palacio de Liria, donde estaban varias pinturas del eibarrés, había sido incendiado por los republicanos y se habían perdido sus obras.

Monumento a Ignacio Zuloaga en Éibar, su localidad natal.
Zuloaga retratado por Ramón Casas
Caricaturizado por Bagaría ( El Sol , 1918)
Museo de Zuloaga en Zumaya
Grupo de personas en el Museo Zuloaga en 1931, con Ramón Pérez de Ayala , Ignacio Zuloaga y Gregorio Marañón en primer plano.
Informe de Cosme Iraundegui, alcalde franquista de Zumaya, sobre Ignacio Zuloaga. Mayo de 1937.
El enano Gregorio el botero. Museo del Hermitage , San Petersburgo .
Monumento a Ignacio Zuloaga en Madrid.