El Sol (España)

El Sol defendía un proyecto reformista, una reforma sentida como una necesidad apremiante por los sectores más progresistas y dinámicos de la burguesía y los intelectuales, que ya había presidido la fundación de la revista España (1915-1924).

Contó con una información extranjera superior a lo que era habitual en la prensa de la época.

Aunque no faltaban entre las personas cultivadas algunas a quienes irritaba el tono del periódico, que juzgaban pretencioso y pedante.

Publicado en gran formato de doce páginas, costaba el doble que cualquier periódico de la época y proclamó su vocación crítica e independiente en el ofensivo entrefilete que figuró en sus primeros números: Su independencia económica y política no hubiera sido posible, no obstante, sin los vínculos privilegiados que mantenía con La Papelera Española, empresa matriz del poderoso grupo de Urgoiti, entonces en plena expansión.

[7]​ Sin embargo, al final del llamado bienio radical-cedista El Sol lograría recuperar parte de su anterior publicidad y ventas.

[9]​ Al final de la contienda sus talleres fueron incautados por los falangistas y en ellos se comenzó a imprimir el diario Arriba.