Antoñete

Su retirada en 1975, con los toros de Sánchez Fabrés, fue, según cuentan las crónicas, triste y sin triunfo.Algunos historiadores la consideran incluso superior, en cuanto a perfección y pureza, que la realizada al toro ensabanado de Osborne 19 años antes.Estos años son los que consagraron a Antoñete como máxima figura del toreo, que logró triunfar con una salud resentida, sin cintura y a una edad insólita (pasados los 50 años), gracias a una depuradísima técnica y a un profundo conocimiento de los toros: En 1985 anunció de nuevo su retirada, aunque vuelve a vestirse de luces en 1987 manteniéndose activo hasta 1997, cuando nuevamente anunció su retiro definitivo, con diversas idas y venidas, que no hicieron sino prolongar su declive, muy lejos del nivel de su quinquenio glorioso en los primeros años ochenta.En el año 2001 le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.[7]​ El Ayuntamiento por su parte ha anunciado que en breve se dedicará al diestro desaparecido una calle en su ciudad natal.[9]​ De su primer matrimonio con Pilar López-Quesada, Antonio Chenel tuvo seis hijos, y uno más, nacido en 1999, fruto de su segundo enlace con la joven francesa, admiradora suya, Karina Bocos.