[3][4] El nombre viene del griego emphysema, que significa ‘soplar el aire’ o ‘insuflar’.
El enfisema aparece cuando se produce un desequilibrio, bien porque aumenta la capacidad elastolítica o porque disminuye la actividad antielastolítica.
Una sustancia que existe naturalmente en los pulmones, llamada alfa 1-antitripsina (AAT), puede proteger contra este daño.
Otro factor que contribuye es la disminución de la mortalidad por otras causas, como las enfermedades cardiovasculares e infecciosas.
Pérdida de peso, ansiedad, edema y fatiga suelen acompañar en muchos casos.
En el examen radiológico, presentan los pulmones inflados, un diafragma deprimido y un aumento del diámetro posteroanterior (tórax en tonel).
Como presentan una tasa respiratoria elevada y un volumen inicial mayor, pueden mantener una saturación de la hemoglobina en valores casi normales.
Otras herramientas diagnósticas incluyen la radiografía de tórax, la tomografía axial computarizada y la gasometría arterial.
Sin embargo, esta teoría sobre la patogénesis del enfisema requiere más datos que permitan validarla.
Los estudios histopatológicos efectuados demuestran que la mayor parte de la inflamación tiene lugar en las vías respiratorias periféricas (bronquiolos) y en el parénquima pulmonar.
[16] Se distinguen principalmente 5 tipos de enfisema: centrolobulillar, panacinar, paraseptal, intersticial y tubuloso.
Es más frecuente en el ápice pulmonar que en las bases y ocasionalmente se asocia con neumotórax espontáneo.