Entre las moléculas se sostienen las bisagras, que actúan como un puente para conectar la región N-terminal con la región C-terminal de interacción intercelular, y luego se reticulan por la lisina oxidasa (LOX) para formar fibras maduras.
La región hidrofóbica es la que confiere la elasticidad característica a la elastina.
Aproximadamente el 90% de sus aminoácidos son de cadena lateral apolar y existen ciertas secuencias que se encuentran repetidas como VPG, VPGG, GVGVP, IPGVG, VAPGVG.
[5] Basados en las secuencias que se encuentran repetidas en la elastina natural se forman los polímeros tipo-elastina (ELP), de los cuales el de mayor renombre es el poli-(VPGVG).
No sufre tantas modificaciones postraduccionales como el colágeno, sin embargo, en la matriz extracelular se da un cambio importante.
En la matriz es captada por las microfibrillas (constituidas por fibrilina-1 y fibrilina-2) que se encuentran asociadas a la lisil-oxidasa.
Esta última enzima se encarga de hidroxilar la lisina a alisina (utilizando vitamina C como co-sustrato) permitiendo así el enlace entre los dominios alfa de la proteína (un proceso similar al entrecruzamiento del colágeno).
En los mamíferos, se puede encontrar predominantemente donde el tejido sufre repetidos ciclos de extensión-relajación.
Ejemplos típicos son las arterias, ligamentos, pulmones y piel.
Presenta unas sorprendentes cualidades elásticas, quizá la más llamativa sea su alta resistencia a la fatiga.
Usualmente se considera que es un material elástico incompresible e isótropo.
Los tejidos colaginosos que además contienen elastina se pueden modelizar mediante el modelo de Holzapfel.
La forma usual para contribución de la elastina a la energía anterior es: