[1] Así entendidos, los tejidos conjuntivos concurren en la función primordial de sostén e integración sistémica del organismo.
De esta forma, el TC participa en la cohesión o separación de los diferentes elementos tisulares que componen los órganos y sistemas y también se convierte en un medio logístico a través del cual se distribuyen las estructuras vasculonerviosas.
Como mesénquima embrionario se entiende al conjunto de tejidos mesenquimales del embrión.
[3] La siguiente es una descripción de los elementos que conforman el tejido conjuntivo no especializado (tanto laxo como denso).
Las características físico-químicas de la SF están dadas por su composición biológica: proteínas y glucosaminoglucanos (GAGs) asociados (proteoglicanos).
En las preparaciones convencionales "se lavan" los polímeros; por ello se aplican técnicas histológicas especiales para conservar la SF en las preparaciones: El colorante azul de toluidina presenta el fenómeno de metacromasia (vira a púrpura) al contacto con la SF.
Generalmente se usan tinciones especiales: ácido peryódico de Schiff (PAS +), azul Alcián, hierro coloidal, etc.
La celularidad es media, principalmente fibroblastos y macrófagos, irregularmente dispersos en la matriz intercelular con consistencia de jalea.
El tejido conjuntivo denso puede adoptar dos tipos básicos de configuraciones: Es el tipo de tejido conjuntivo que forma los tendones, aponeurosis, ligamentos y en general estructuras que reciben tracción en la dirección hacia la cual se orientan sus fibras colágenas.
Estas fibras se hallan dispuestas en una forma ordenada, paralela una respecto a la otra, lo que proporciona la máxima fortaleza.
En estos lugares, los ligamentos tienen una mayor cantidad de fibras elásticas que colágenas, y en forma no tan regular.
Está presente en las cápsulas del hígado, ganglios linfáticos, riñón, intestino delgado y dermis.
En este tejido conjuntivo denso irregular se observan fibras de colágeno dispuestas en forma aleatoria y muy poca sustancia fundamental.