[3] En la actualidad es una puerta monumental que se encuentra ubicada junto a la Fuente de Cibeles y el Parque del Retiro.
La puertas principales permanecían abiertas hasta las diez de la noche en la época invernal, y en el estío una hora más debido a la mayor longitud del día.
Durante el siglo XVII tuvo dicha entrada dos estructuras arquitectónicas diferentes antes de lograr ser un monumento a finales del XVIII.
Se encontraba en una posición mucho más avanzada que la actual, en el cruce de la calle Barquillo con Alcalá.
La Puerta poseía una estructura repartida en tres partes, se componía de un arco central y dos vanos laterales.
Estos cambios arquitectónicos en la puerta se enmarcaban en las remodelaciones realizadas sobre el palacio del Buen Retiro.
La vieja puerta fue derribada en 1770 al ampliarse la calle de Alcalá, denominado entonces como "camino Real de Aragón y Cataluña", con terrenos tomados a lo que actualmente es el Parque del Retiro, pertenecientes al palacio del Buen Retiro.
No existe constancia de que ese dinero le haya sido devuelto con posterioridad.
El arco se decide construir en un lugar elevado, más arriba que las precedentes puertas de Alcalá.
En aquella época era el límite exterior de Madrid, adosada desde sus comienzos a la cerca que rodeaba la ciudad.
Tan pronto se acabó la construcción la puerta comenzó a ejercer su posición monumental en la ciudad.
Pretende descongestionar el creciente tráfico de vehículos en la Puerta del Sol creando diversos centros en Aragón.
[30] Las intervenciones realizadas sobre la plaza posteriormente a mediados del siglo XX (debidas a los arquitectos: Secundino Zuazo y Pascual Bravo) dejaron el entorno inalterable desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad.
El ayuntamiento años después, mientras se construía el tercer tramo de la Gran Vía le dedicó su nombre cuando comenzaron en 1925 y finalizaron en 1931.
[33] Debido al incremento de tráfico rodado en la zona los gases empiezan a afectar la puerta degradando sus piedras.
Ya a comienzos del año 1976 se le declara un Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional.
En plena movida madrileña de los años ochenta, los componentes del grupo musical Suburbano Bernardo Fuster y Luis Mendo, junto a Francisco Villar, compusieron una canción llamada La Puerta de Alcalá en la que narran la historia del monumento.
Grabada en 1986 por los cantantes Víctor Manuel y Ana Belén dentro de su disco Para la ternura siempre hay tiempo.
La puerta de Alcalá desarrolla su arquitectura en tres cuerpos, los dos laterales a inferior altura que el central.
En la interior, la que mira hacia la ciudad, se sustituyen las seis exteriores por pilastras y solo dos pares junto al arco central siguen siendo columnas.
Sobre el vano central, en los áticos de ambas fachadas, figura en el frontón una inscripción en latín con el lema en tres líneas:
[41] Se representan en el otro lado trofeos de guerra, pudiéndose observar armas antiguas entremezcladas con modernas.
Estas representaciones alegóricas vienen a indicar el poder absoluto del rey entrante: Carlos III.
En la fachada interior, sobre los arcos laterales, figuran las cuatro virtudes cardinales representadas en cuerpos de niños: Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza.
Se creyó durante algún tiempo que las figuras correspondían a amorcillos, debido en parte a que estas Virtudes Cardinales se habían representado anteriormente con figuras femeninas (tal y como puede verse en el cuadro de Las Virtudes de Rafael).
Cuando se representaban junto a motivos decorativos florales o frutales eran considerados como símbolo de fertilidad.
Los niños que coronan la puerta de Alcalá representan alegóricamente las cuatro virtudes cardinales.
No obstante, los niños (Putti) habían sido empleados habitualmente como elementos decorativos del Barroco.
[3] Existen unas armaduras vacías ubicadas en el lado oeste obra del escultor francés Roberto Michel.
Las restauraciones han mantenido intactos los impactos de proyectiles que en diversas confrontaciones ha habido en su entorno.